La psiquiatra del Hospital Marqués de Valdecilla Laura Cayón ha constatado un aumento de la prevalencia del trastorno bipolar que "se ha notado en todos los hospitales" y que cree puede deberse a que era una enfermedad "infradiagnosticada" ya que es fácil de confundir con otras como el trastorno de personalidad, el TDAH o la depresión unipolar.
De hecho, subraya que se estima que hay un retraso de unos diez años en el diagnóstico porque es frecuente que los pacientes sean diagnosticados previamente de trastornos como los citados o se les atribuya un abuso de sustancias.
"Es frecuente que las fases de manía e hipomanía pasen desapercibidas y el paciente no consulte por ellas por esa sensación de bienestar absoluto. Suelen decir: estoy mejor que nunca", explica esta doctora en una entrevista concedida al Colegio de Médicos de Cantabria con motivo del Día Mundial del Trastorno Bipolar (30 de marzo) y recogida por Europa Press.
A su juicio, el aumento en el número de casos puede deberse a que en la actualidad existe un mejor sistema diagnóstico y los profesionales son "más conscientes y exhaustivos" a la hora de realizar la entrevista psicopatológica a los pacientes, así como al aumento en el uso de antidepresivos, que puede derivar en virajes maniacos que pongan de manifiesto el trastorno bipolar.
Según Cayón, que es médico residente de cuarto año y trabaja rotando en la Unidad de Trastornos de Conducta Alimentaria del hospital, además de realizar guardias en el Servicio de Urgencias donde se abordan las descompesaciones más agudas de muchas patologías, como el trastorno bipolar, esta enfermedad "grave y discapacitante" afecta en torno al 1,2 por ciento de la población y "no hay un perfil muy definido" de pacientes que la sufren por cuestión de género o edad.
Los pacientes que acuden a Urgencias por descompensaciones afectivas suelen hacerlo por episodios maniacos caracterizados por un aumento de su actividad, por estar muy sonrientes, con una excesiva jovialidad, pensamiento acelerado, elevada autoestima y megalomanía, o por una disminución de sus necesidades de sueño, así como por conductas de prodigalidad.
En cuanto al tratamiento, Cayón indica que es fundamentalmente farmacológico, pero "también es de gran importancia el abordaje psicoterapéutico, la psicoeducación, los grupos de pacientes y la terapia familiar".
Al hilo, la doctora, que estudió Medicina en la Universidad de Cantabria y tras el examen MIR eligió la especialidad de Psiquiatría en Valdecilla, subraya que este hospital es "puntero" en el tratamiento de enfermedades mentales, contando con programas específicos como el de intervención temprana en primeros episodios de psicosis, detección precoz y tratamiento de los trastornos de conducta alimentaria y depresión difícil de tratar.
