Entre los psicodélicos clásicos, la psilocibina ha surgido como una posible herramienta terapéutica para la anorexia nerviosa, especialmente debido a su influencia en la señalización serotoninérgica y su capacidad para abordar la inflexibilidad cognitiva, ambos elementos críticos en el trastorno.
La creciente evidencia de que los psicodél...
Entre los psicodélicos clásicos, la psilocibina ha surgido como una posible herramienta terapéutica para la anorexia nerviosa, especialmente debido a su influencia en la señalización serotoninérgica y su capacidad para abordar la inflexibilidad cognitiva, ambos elementos críticos en el trastorno.
La creciente evidencia de que los psicodélicos pueden ser efectivos en el tratamiento de otros trastornos mentales, como la depresión resistente al tratamiento, ha alentado la exploración de su uso en AN. Sin embargo, aunque los ensayos clínicos han mostrado resultados prometedores, estos estudios a menudo enfrentan desafíos metodológicos, incluyendo sesgos difíciles de controlar que podrían afectar la interpretación de los resultados.
En 2019, se inició el primer ensayo clínico que investigaba el uso de psilocibina en pacientes con anorexia nerviosa, un paso significativo hacia la búsqueda de tratamientos más efectivos para esta enfermedad devastadora. A pesar de este progreso, sigue siendo crucial mejorar nuestra comprensión de los mecanismos neurobiológicos a través de los cuales los psicodélicos ejercen sus efectos.
En este contexto, los modelos animales ofrecen una oportunidad única para explorar estos mecanismos de manera controlada y detallada. Los modelos animales permiten un escrutinio profundo de la función cerebral y del comportamiento sin los factores de confusión inherentes a los estudios con humanos, como las expectativas de los participantes y otros sesgos. En particular, el modelo de roedores de anorexia basado en la actividad (ABA) ha demostrado ser especialmente útil para investigar los efectos neurobiológicos de los psicodélicos.
Este modelo permite a los investigadores estudiar cómo estos compuestos pueden influir en la neurobiología subyacente a la anorexia nerviosa y, al mismo tiempo, evaluar su potencial terapéutico en un entorno libre de los sesgos que son imposibles de eliminar en los ensayos clínicos con humanos.
Los modelos animales son beneficiosos en este sentido, ya que permiten un escrutinio detallado de la función y el comportamiento cerebrales y el potencial de estudiar la farmacología sin los factores de confusión de las expectativas y los sesgos que son imposibles de controlar en las poblaciones de pacientes.
Sostenemos que los estudios que investigan los efectos neurobiológicos de los psicodélicos en modelos animales, incluido el modelo de roedores de anorexia basada en la actividad (ABA), son particularmente importantes para informar las aplicaciones clínicas, incluidas las subpoblaciones de pacientes que pueden beneficiarse más de la medicina psicodélica.
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