Autor/autores:
Thomas PC, Curtis K, Potts HWW...(et.al)
Las revisiones sistemáticas previas sobre intervenciones digitales para trastornos alimentarios han demostrado su eficacia en la mejora de los síntomas asociados a estas condiciones. Sin embargo, aún existe una comprensión limitada sobre los mecanismos específicos que impulsan esta eficacia y sobre qué elementos contribuyen de manera decisiva a los resulta...
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Las revisiones sistemáticas previas sobre intervenciones digitales para trastornos alimentarios han demostrado su eficacia en la mejora de los síntomas asociados a estas condiciones. Sin embargo, aún existe una comprensión limitada sobre los mecanismos específicos que impulsan esta eficacia y sobre qué elementos contribuyen de manera decisiva a los resultados positivos.
En particular, identificar y comprender las técnicas de cambio de conducta (BCT, por sus siglas en inglés) que se emplean con mayor frecuencia en las intervenciones exitosas puede ofrecer información crucial para investigadores y desarrolladores.
Además, establecer si estas técnicas se basan en teorías consolidadas permitirá evaluar si están dirigidas a los mecanismos de acción fundamentales para modificar conductas relacionadas con los trastornos alimentarios y si un enfoque teórico sólido es esencial en el diseño de estas intervenciones digitales.
El presente estudio se propuso identificar y definir las BCT utilizadas en intervenciones de autogestión digital o en intervenciones de autoayuda mínimamente guiadas para adultos con trastornos alimentarios, las cuales han sido evaluadas en ensayos controlados aleatorizados.
Además, el estudio evaluó qué intervenciones digitales se basaban en una teoría subyacente y examinó la variedad de modos de prestación incluidos en dichas intervenciones.
Se realizó una búsqueda exhaustiva en la literatura para identificar ensayos controlados aleatorizados que evaluaran intervenciones digitales para el tratamiento de adultos con trastornos alimentarios, las cuales contaban con un mínimo de apoyo terapéutico.
Cada intervención digital identificada fue codificada para las BCT utilizando la taxonomía BCT v1 establecida. La aplicación de la teoría en cada intervención fue evaluada utilizando una versión adaptada del esquema de codificación de teorías (TCS), y los modos de entrega se codificaron según la ontología del modo de entrega.
Un metanálisis adicional evaluó la evidencia sobre si alguna BCT individual influía en el tamaño del efecto de la intervención o si otros factores, como la aplicación de la teoría o el número de modos de entrega, tenían un impacto significativo en los resultados de los trastornos alimentarios.
Las intervenciones digitales analizadas incluyeron, en promedio, 14 BCTs (DE 2, 6; rango 9-18). Entre las BCT más comunes y presentes en todas las intervenciones efectivas se encontraba la autosupervisión del comportamiento. Otras técnicas como la resolución de problemas, la retroalimentación sobre el comportamiento, la información sobre antecedentes, la autosupervisión de los resultados del comportamiento y la planificación de acciones estuvieron presentes en más del 75% de las intervenciones efectivas.
Además, el apoyo social y la información sobre las consecuencias para la salud fueron más evidentes en las intervenciones que demostraron eficacia durante el seguimiento a largo plazo, en comparación con las mediciones inmediatamente posteriores a la intervención.
En cuanto a los modos de entrega, el número promedio fue de 4 (DE 1, 6; rango 2-7) de 12 modos posibles, y la mayoría de las intervenciones (88%) se basaron en plataformas web. Las intervenciones que obtuvieron una puntuación más alta en el TCS mostraron un mayor tamaño del efecto en comparación con aquellas con una puntuación más baja (diferencias de subgrupos: χ²1 = 9, 7; P = 0, 002; I² = 89, 7%), mientras que ningún otro análisis de subgrupos resultó estadísticamente significativo.
Se observó una notable consistencia en las BCT más comúnmente empleadas en las intervenciones digitales efectivas; no obstante, no se encontró evidencia concluyente de que alguna BCT específica fuera responsable de la eficacia de la intervención.
Las intervenciones que se fundamentaron más en la teoría mostraron mejoras más significativas en los resultados de los trastornos alimentarios en comparación con los controles en lista de espera o con el tratamiento habitual.
Estos hallazgos pueden ser utilizados para guiar el desarrollo de futuras intervenciones digitales para trastornos alimentarios, subrayando la importancia de un enfoque teórico sólido en el diseño de estas herramientas.
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