Una nueva terapia de estimulación parece prometedora para la recuperación tras un ictus

CONCLUSIÓN PRÁCTICA

La estimulación eléctrica funcional controlada contralateralmente se asoció a una mayor reducción de la afectación de las extremidades superiores en comparación con la estimulación eléctrica neuromuscular cíclica convencional o el entrenamiento orientado a tareas (y a una mejora de la función de las extremidades superiores frente a entrenamiento orientado a tareas) en los supervivientes de ictus con hemiparesia crónica de las manos, según se mostró un nuevo ensayo en fase 2.

Sin embargo, en comparación con los otros dos tratamientos, la estimulación eléctrica funcional controlada contralateralmente no se relacionó con una mejor mejora en la destreza manual, que fue el criterio de valoración principal.

DISEÑO DEL ESTUDIO

Se llevó a cabo un ensayo de fase 2, multicéntrico, de tres grupos paralelos entre 2019 y 2024 en el que se incluyó a más de 100 participantes que habían sufrido un ictus hemorrágico o isquémico de 6 a 24 meses antes y presentaban hemiparesia unilateral de las extremidades superiores.

Los participantes fueron asignados aleatoriamente a recibir estimulación eléctrica funcional controlada contralateralmente (n = 36; edad media: 59 años; el 64 % hombres), estimulación eléctrica neuromuscular cíclica (n = 39; edad media: 59 años; el 56 % hombres) o entrenamiento orientado a tareas (n = 38; edad media: 61 años; el 76 % hombres).

La estimulación eléctrica funcional controlada contralateralmente implicaba el uso de un guante instrumentado en la mano contralateral para controlar proporcionalmente la estimulación de la mano parética, y la estimulación eléctrica neuromuscular cíclica implicaba la administración de estimulación cíclica automática. El entrenamiento orientado a tareas incluyó entrenamiento sin estimulación eléctrica.

El protocolo de tratamiento incluyó 10 sesiones por semana de ejercicios específicos de tratamiento autoadministrados en casa y 22 sesiones de práctica de tareas funcionales en el laboratorio durante 12 semanas.

El criterio de valoración principal fue el cambio en las puntuaciones de la prueba de caja y bloques (Box y Blocks) desde el inicio hasta 6 meses después del tratamiento para evaluar la destreza manual.

Los criterios de valoración secundarios incluyeron la escala de evaluación de Fugl-Meyer de las extremidades superiores, la prueba de acción del grupo de investigación para medir la capacidad funcional y las tasas de respuesta.

RESULTADOS

Los participantes de los tres grupos mostraron mejoras significativas en las puntuaciones de la prueba de caja y bloques 6 meses después del tratamiento, pero las diferencias entre grupos no fueron estadísticamente significativas.

El aumento de las puntuaciones en la evaluación de Fugl-Meyer de las extremidades superiores fue mayor en el grupo con estimulación eléctrica funcional controlada contralateralmente que en los grupos con estimulación eléctrica neuromuscular cíclica (p = 0,003) y entrenamiento orientado a tareas (p = 0,01), y las ganancias en la puntuación de capacidad funcional fueron significativamente mayores en el grupo con estimulación eléctrica funcional controlada contralateralmente que en el grupo con entrenamiento orientado a tareas (p = 0,008).

Las tasas de respuesta basadas en las puntuaciones de las extremidades superiores 6 meses después del tratamiento fueron mayores para la estimulación eléctrica funcional controlada contralateralmente (67 %) que para la estimulación eléctrica neuromuscular cíclica (42 %; p = 0,047) y la entrenamiento orientado a tareas (38 %; p = 0,02).

No hubo diferencias entre los grupos en las tasas de respuesta según los cambios en el prueba de caja y bloques (27 % frente al 32 % y 21 %, respectivamente) ni en las puntuaciones de la capacidad funcional (42 % frente al 32 % y 26 %, respectivamente).

No se notificaron acontecimientos adversos graves relacionados con el tratamiento.

CONCLUSIONES

Los investigadores destacaron que este fue el primer ensayo clínico multicéntrico de estimulación eléctrica funcional controlada contralateralmente que se ha publicado.

“En general, con los hallazgos se indica que la estimulación eléctrica funcional controlada contralateralmente, un tratamiento de práctica de la tarea de rehabilitación de dosis alta basado en mecanismos que incluye un componente doméstico que los pacientes pueden autoadministrarse con tecnología portátil fácil de usar, puede facilitar la recuperación motora de las manos, incluso en las personas con déficits crónicos de la función de las manos de moderados a graves”, escribieron.

FUENTE

El estudio fue dirigido por el Dr. Jayme S. Knutson, Instituto de Rehabilitación MetroHealth, Cleveland. Se publicó en línea el 13 de noviembre en la revista Stroke.

LIMITACIONES

Solo el 79-87 % de los participantes por grupo completaron la evaluación a los 6 meses, lo que puede haber producido falsos negativos. La falta de enmascaramiento de los participantes y los terapeutas puede haber introducido sesgos o grupos cruzados.

Además, no se disponía de datos de imágenes para confirmar los tipos de ictus o las localizaciones de las lesiones. Los resultados no fueron generalizables a los pacientes que habían sufrido un ictus menos de 6 meses o más de 2 años antes, a los que presentaban espasticidad grave que impidiera la apertura estimulada de las manos o a los que presentaban hemiparesia debido a otras afecciones neurológicas.

DECLARACIÓN DE INTERESES

Este estudio fue financiado por el Centro Nacional de Investigación de Rehabilitación Médica de Estados Unidos. El Dr. Knutson y otro investigador notificaron ser coinventores en la patente del estimulación eléctrica funcional controlada contralateralmente.

Otros investigadores informaron de vínculos financieros o de otro tipo con varias organizaciones. Los detalles completos se proporcionan en el artículo original.

Este artículo se creó utilizando varias herramientas editoriales, incluida la inteligencia artificial, como parte del proceso. Los editores humanos revisaron este contenido antes de su publicación.

Este contenido se publicó originalmente en Medscape.com.