En concreto, "esta población tiene hasta casi cinco veces más riesgo de presentar asma grave y casi 4 veces más de presentar asma inducido por el ejercicio", explicó la doctora. Además, la relación entre obesidad y asma se intensifica en ausencia de eccema en los lactantes, y en ausencia de rinoconjuntivitis y eccema en niños y adolescentes. "Un hecho a tener en cuenta ya que el asma suele relacionarse con la presencia de estas patologías". Finalmente, se ha observado también como en el caso de los varones, los lactantes con exceso de peso corporal tienen mayor riesgo de sibilancias, es decir, de padecer ruidos respiratorios sibilantes o pitidos.
Todo ello, ha provocado que en los últimos años se hable de un tipo de paciente, el "obeso-asmático", "que presenta un asma de difícil control con exacerbaciones frecuentes y severas y con una mayor resistencia al tratamiento con corticoides". Así, la especialista ha subrayado la importancia de que los pediatras conozcan las características de estos enfermos para su adecuado tratamiento y de seguir investigando "el mecanismo y las manifestaciones del asma en este grupo"
La tesis doctoral, titulada "Obesidad como factor de comorbilidad del asma en la infancia y adolescencia en el área metropolitana de Pamplona", ha sido dirigida por los doctores de la Clínica Universidad de Navarra Cristina Azcona y Francisco Guillén y en ella se han estudiado 9.694 niños del área metropolitana de Pamplona basándose en los estudios internacionales ISAAC (International Study of Asthma and Allergy in Childhood) fase III y de Sibilancias del Lactante .