LA MELATONINA Y EL SUEÑO

LA MELATONINA Y EL SUEÑO.

Melatonina. Qué es y para qué sirve.

La melatonina (N-acetyl-5 methoxy-tryptamina) es una hormona producida en la glándula pineal, una estructura que está ubicada en la base del cerebro. De forma simultánea se sintetiza en otros órganos no endocrinos como la retina, la glándula harderiana (complementaria del lacrimal), la médula ósea, la piel, las células del tracto gastrointestinal productoras de serotonina, el cerebelo y el sistema inmunitario. 
La melatonina no es una hormona en el sentido clásico, ya que se sintetiza en diferentes órganos y su efecto no tiene un órgano diana específico. Su característica principal reside en ser una molécula que regula el reloj interno, modulando el ciclo sueño-vigilia. Al estar sincronizada con la luz externa, su producción aumenta de forma refleja en la oscuridad y disminuye con la luz. Está propiedad ha hecho que la industria farmacéutica la haya sintetizado de forma artificial para tratar el insomnio. Los niveles de melatonina disminuyen con la edad, lo que podría contribuir a problemas de sueño en adultos mayores. 
También se ha propuesto su empleo en el Jet lag, que consiste en el desajuste del reloj interno debido a los viajes a través de diferentes zonas horarias. Otra posible indicación son los trastornos del sueño relacionados con el trabajo por turnos, sobre todo cuando existen horarios laborales irregulares. Además se le atribuyen otras funciones como antioxidante y modulador del sistema inmunológico y se ha planteado su empleo en la depresión, el dolor crónico y la demencia. No obstante, no existe suficiente evidencia científica que respalde su empleo en estas circunstancias. 

Cómo actúa en el cerebro.

La melatonina tiene una estructura química relativamente simple, cuya fórmula molecular es C₁₃H₁₆N₂O₂. Actúa al unirse a receptores específicos en el cerebro, lo que desencadena una serie de reacciones que promueven el sueño. Se sintetiza principalmente en la glándula pineal a partir del aminoácido triptófano, siguiendo una serie de reacciones enzimáticas que transforman la serotonina en melatonina. El triptófano es un aminoácido esencial que está presente en alimentos como el aguacate, la piña, el plátano, el pollo, el salmón y las cerezas, entre otros.
La melatonina ejerce su acción mediante unión a dos tipos principales de receptores MT1 y MT2, pero no está bien definida la función de cada uno de ellos. Se ha especulado que MT1 tendría más relación con el efecto hipnótico y MT2 con la regulación del ritmo circadiano, pero esta separación de funciones no está del todo clara. También se ha implicado MT2 en la modulación del dolor, dada su expresión en los núcleos reticular, ventromedial del tálamo y en la sustancia gris periacueductal ventrolateral.

Efectos secundarios y contraindicaciones.

En general, la melatonina es bien tolerada. Algunos efectos secundarios son la somnolencia diurna, dolores de cabeza, mareos, náuseas. Estas reacciones adversas han sido notificadas con más frecuencia cuando las personas sanas han tomado dosis clínicas típicas durante periodos que varían desde varios días a varias semanas.
En general su uso se debe evitar en niños y personas con ciertas afecciones médicas como la diabetes y los trastornos autoinmunes. Tampoco se debe usar en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. Como el alcohol puede afectar al sueño y empeorar potencialmente ciertos síntomas del jet-lag (por ejemplo, cefalea, fatiga matutina, falta de concentración), se recomienda no consumir alcohol mientras se  toma melatonina.
La influencia de la melatonina sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas es moderada. Esta sustancia puede causar somnolencia al disminuir el estado de alerta durante varias horas, por lo que no se recomienda su uso antes de conducir o utilizar máquinas.

Dosificación.

La melatonina ha sido utilizada en adultos a dosis de hasta 8 mg por vía oral al día durante un máximo de 6 meses. En los niños, se usa una dosis de hasta 3 mg por vía oral al día durante un máximo de 3 meses.
Algunos suplementos de melatonina son de liberación lenta y otros son de liberación rápida. Ciertas presentaciones se pueden colocar debajo de la lengua o en la mejilla para que se absorban más rápido. También se usa en cremas, gárgaras y geles. 

Opinión clínica.

La Melatonina es una sustancia cuyo uso se ha generalizado. La fuerte campaña de marketing que incentiva su utilización y la amplia disponibilidad sin receta médica, han hecho que sea una primera elección contra el insomnio para una amplia mayoría de la población general. No obstante, es necesario entender que no es un sustituto de un buen descanso, sino un complemento para el insomnio leve. 
A nivel de investigación, se han realizado revisiones sistemáticas y metanálisis para evaluar la eficacia de la melatonina frente a placebo u otros agentes hipnóticos en pacientes con insomnio crónico (Kyungseon Choi, Yu Jeong Lee, 2022). En éste 
metaanálisis se ha concluido que no parece ser eficaz en adultos, si bien podría ser útil en niños y adolescentes con insomnio crónico. Algunos estudios como el realizado por la Sociedad española del sueño van en la misma dirección (JJ Poza, M. Pujol, JJ Ortega-Albás, 2020). Estos autores concluyen que a pesar del innegable atractivo teórico de este enfoque para el insomnio, hay poca evidencia científica disponible que respalde cualquier beneficio de esta terapia sustitutiva.
Los resultados de investigación están en consonancia con la observación desde la clínica, pues ambas perspectivas sugieren un nivel de eficacia bajo de la Melatonina sobre el insomnio. En base a su falta de eficacia, se puede concluir que su utilización es desmedida, ya que no ofrece una solución al insomnio. En un segundo plano y al igual que el resto de los psicofármacos, no queda claro el peso del efecto placebo en su eficacia. En todo caso parece un fármaco útil en insomnio leve en personas jóvenes, pero resulta francamente ineficaz cuando el insomnio es moderado y severo en adultos de mediana edad. Cuando es severo, refractario y de larga evolución, la Melatonina carece de utilidad por lo que no tiene sentido perder el tiempo en su indicación y hay que optar directamente por Benzodiacepinas o antipsicóticos a dosis bajas con marcado perfil hipnótico. Con respecto a su empleo en la depresión y en el trastorno afectivo estacional, no existe evidencia científica en cuanto a su utilidad.

BIBLIOGRAFÍA:


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