Tratamiento de los trastornos del movimiento hipercinéticos

Traemos al artículo del mes un trabajo publicado en Lancet Neurology respecto al tratamiento de los trastornos del movimiento hipercinéticos. Más allá de su interés para la Neurología, los trastornos del movimiento, sobre todo los inducidos por fármacos, son de gran interés para la Psicogeriatría. Un número significativo de pacientes psiquiátricos crónicos han recibido durante muchos años medicación que potencialmente puede producir síndromes hipercinéticos tardíos. La prevalencia de personas mayores con estos síndromes, especialmente con discinesia tardía, es muy alta en la consulta de Psiquiatría, aunque con frecuencia pasan desapercibidos o bien no se aborda su tratamiento. Probablemente la principal causa de ello es la ausencia, hasta hace poco, de alternativas terapéuticas eficaces en España. La introducción en España de la Tetrabenacina está llamada a cambiar esta situación. EL artículo que comentamos realiza una exhaustiva revisión de los trastornos del movimiento hipercinéticos y su tratamiento.



El trabajo realiza una extensa y excelente revisión de los diferentes trastornos hipercinéticos del movimiento que aparecen diariamente en la práctica clínica y se referencian las publicaciones más actualizadas sobre estos trastornos hipercinéticos. Se expone la definición, fisiopatología, sintomatología y diagnóstico del temblor, las distonías, los tics y Síndrome de Tourette, la corea y Enfermedad de Huntington, estereotipias, acatisia y discinesias tardías.



En referencia a las opciones de tratamiento el artículo comenta que debido a la ausencia de datos basados en la evidencia para el tratamiento de estos trastornos, las opciones terapéuticas se basan en la experiencia personal, observacional y a largo plazo existente hasta la actualidad. Terapias farmacológicas como la tetrabenazina (considerado como tratamiento de primera línea para las coreas en la Enfermedad de Huntington, tics, síndromes tardíos como las discinesias tardías, y alternativa terapéutica en distonías cervicales y generalizadas) y nuevas formulaciones de la toxina botulínica empiezan a instaurarse como tratamiento eficaz para todos estos trastornos del movimiento. Son de especial interés en el artículo los cuadros que resumen la etiología, clínica y las diferentes opciones terapéuticas para cada uno de los trastornos.



El autor concluye que el tratamiento de los trastornos hipercinéticos del movimiento ha avanzado notablemente, aunque aún presenta incógnitas sobre todo debido a la escasa existencia de ensayos clínicos de fármacos con capacidad de modificar la etiología de estos trastornos. La experiencia clínica a lo largo de los años permite adoptar unos criterios de tratamiento relativamente protocolizados en los que emergen terapias farmacológicas que evidencian eficacia, como la tetrabenazina, además de los avances en cirugía y terapias no farmacológicas. En este escenario, el uso juicioso de los fármacos disponibles y la adquisición y aplicación de la experiencia clínica del profesional resultan una ayuda indudable para los pacientes que los padecen.