La jefa del servicio de Dermatología del Hospital Universitario La Luz, la doctora Silvia Pérez Gala, señala la importancia de la hidratación cutánea porque "la disminución de la función de barrera cutánea asociada con la edad da como resultado una mayor exposición a microbios y toxinas, que lleva a una inflamación generalizada crónica de bajo grado, mecanismo que ayuda a la aparición de demencia".
"Actualmente se postula que la inflamación crónica es un mecanismo importante en la aparición y progresión de la demencia, y múltiples estados inflamatorios crónicos se han asociado con deterioro cognitivo posterior", destaca la doctora.
La piel refleja en muchas ocasiones patologías y estados que se detectan a través de ella. Por ejemplo, en el caso de la psoriasis, la afectación de las uñas podría ser una alerta de alteración articular de esta enfermedad. Los distintos órganos y las células que los componen no están aislados, hay multitud de hormonas, citocinas (pequeñas moléculas proteicas liberadas por células), la matriz extracelular, que se dedican a la información y mantenimiento de nuestro organismo, siempre para bien.
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Tal y como explica la especialista, "es evidente que no se puede ser simplista con una patología tan compleja, pero todas las aportaciones de mejora son bienvenidas". "Si la hidratación de la piel con cremas emolientes dos veces al día pudiera contribuir de manera sencilla a mitigar en parte esta inflamación en ancianos, ¿por qué no empezar hoy mismo?", se pregunta la responsable de servicio de Dermatología del Hospital Universitario La Luz.
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