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Detectar la ideación suicida desde atención primaria supone la intervención preventiva más eficaz



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Noticia | 04/07/2022

La intervención más eficaz para prevenir el suicidio es detectar precozmente esta ideación. Para ello, el estándar de oro del médico de familia es la entrevista clínica, ya que al no existir un cribado poblacional es necesario indagar en los factores de riesgo. No se debe olvidar visibilizar esta pandemia silenciosa, ya que hablar del suicidio lo previene.



La Dra. María Grande, médica de familia y miembro del Grupo de Salud Mental de la Sociedad Española de Medicina General y de Familia, introdujo su presentación sobre la detección precoz del riesgo de suicidio, durante el XXVIII Congreso Nacional de Medicina General y de Familia (SEMG), con algunas cifras epidemiológicas espectaculares, a la par que preocupantes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) se marcó como objetivo reducir tasas de suicidio, como imperativo global en todo el planeta, pero la realidad es que 800.000 personas fallecen al año por esta causa, es decir, se produce un suicidio cada 40 segundos.


La tasa media es de nueve por cada 100.000 habitantes. Además, por cada suicidio consumado hay 20 tentativas y un 79 % sucede en países con ingresos bajos-medianos. Se evidencia que las mujeres realizan más tentativas, pero más varones consuman el acto y los métodos más utilizados son los plaguicidas, ahorcamientos y armas de fuego en los varones, frente a la precipitación desde altura en las mujeres.



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Respecto a las cifras de España, las comunidades autónomas con tasas más elevadas son Asturias, Galicia y Andalucía. En 2020 hubo casi 4.000 suicidios, con once cada día, cifras tres veces mayores en los varones. El suicidio supone la primera causa de fallecimiento no natural y la segunda en la franja etaria entre los 15 y 29 años, además siguen duplicando en número a los fallecidos en accidentes de tráfico. En 2020 se notificaron las mayores tasas de suicidio desde que tenemos registros (año 1906).


Suicidio no debe ser igual a silencio


"Prácticamente hasta antes de ayer no hablábamos de suicidio, suicidio es igual a silencio (pandemia silenciosa), asunto que debe cambiar radicalmente, ya que hablar del suicidio previene el suicidio", señaló la Dra. Grande.


La especialista reflexionó sobre el papel que tienen los médicos de familia, partiendo de que un 25 % de las consultas está relacionado con problemas psicológicos o de salud mental en el primer nivel asistencial, que es la puerta de acceso al sistema sanitario. "También se ha comprobado que los pacientes que finalmente se suicidan, consultaron en los meses previos con su médico de familia, lo que nos brinda una gran oportunidad de intervención".


Otro elemento fundamental a considerar es la información, hay que desterrar los mitos como: quien se suicida se quiere morir; la persona no avisa y no se puede prevenir, entre otros. "Los intentos de suicidio son una llamada de atención, el suicida no quiere morir, pero vivir le resulta imposible y además muchos consultan con su médico o dan señales a sus familiares", puntualizó.


Tentativa previa, el mayor factor de riesgo


Tenemos diversos factores de riesgo, algunos familiares (antecedentes familiares de suicidio, duelo reciente o no elaborado, divorcio y bajo nivel socioeconómico), otros del entorno (barreras culturales, estigma de la salud mental, agresión física, abuso sexual y bulling) y factores algunos propios del individuo, como ciertos rasgos de personalidad, agresividad, rigidez cognitiva, baja autoestima, baja regulación emocional y por supuesto, la patología mental (trastornos del ánimo, bipolar, consumo de alcohol y esquizofrenia), así como el dolor crónico incapacitante y las enfermedades neurodegenerativas. "Un intento de suicidio previo es el factor de riesgo más importante en la población general, un 90 % a 98 % de los suicidas tienen un trastorno de salud mental y siempre hay que prestar especial atención a los tres meses posteriores a un ingreso por intento de suicidio, son momentos altamente críticos", destacó la Dra. Grande


Alerta ante los trastornos del ánimo


Otro factor de riesgo principal es padecer un trastorno mental, siendo los del estado de ánimo los grandes responsables de los suicidios consumados, comentó el Dr. Antonio Torres, responsable del Grupo de Trabajo de Salud Mental de la Sociedad Española de Medicina General y de Familia.


"El mejor tratamiento es una buena prevención", por lo que ha destacado la importancia de la formación continuada en diagnóstico precoz, tenida en cuenta por la sociedad científica al formar a los médicos asistentes a su congreso anual. "No existe un cribado poblacional, pero si es necesario hacer búsqueda activa de pacientes con potencial riesgo, por ello es tan importante la labor del médico de familia", manifestó.


Para poder reducir las tasas de suicidio en nuestro país, el Dr. Torres reclamó dotar de los recursos necesarios a los profesionales de atención primaria, para que estos puedan hacer un diagnóstico precoz de los factores de riesgo del suicidio desde los centros de salud.


Adolescentes y adultos de edad avanzada, más vulnerables


La Dra. Grande indicó: "Hay dos poblaciones con las que debemos estar especialmente alerta. Una la constituyen los adolescentes con cambios en el rendimiento escolar o patrón alimentario, alteraciones bruscas del ánimo o patrones de conducta, aislamiento sociofamiliar, inicio del consumo de drogas o problemas legales. La otra es la de los adultos de edad avanzada, el trastorno depresivo mayor es lo más frecuentemente asociado al suicidio, con especial atención a las formas atípicas de presentación de estos cuadros, piensan más en la muerte y utilizan métodos letales y muchas veces se dejan morir (suicidios pasivos)".


 
Hay que prestar atención a la comunicación verbal cuando hablan de desesperanza o inutilidad, y también a la no verbal. "Además suelen hiperfrecuentar las consultas de atención primaria con diversas quejas somáticas, así como los denominados abuelos ping-pong, que viven con unos hijos o con otros por temporadas, con cambios frecuentes de lugar de residencia".


Una nueva entidad la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5)


Pero también hay una serie de factores protectores familiares, personales y del entorno, como son el apoyo familiar y social, tener un proyecto de vida, pertenecer a una comunidad religiosa, la facilidad para acceder a los medios sanitarios y profesionales y la comunicación eficaz con la promoción de la salud mental, quitar estigmas y hacer campañas de prevención del suicidio.


Respecto a una nueva entidad de la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), la Dra. Grande señaló: "La autolesión no suicida relacionada con el trastorno límite de personalidad, frecuente en adolescentes con notables diferencias de género, las mujeres se autolesionan con cortes y los varones se muerden o golpean, de cara al futuro es un claro factor de riesgo de suicidio".


Ninguna herramienta suple la entrevista clínica


"La herramienta más importante que tenemos en atención primaria es la entrevista clínica al paciente", afirmó la especialista. Es fundamental recoger bien los antecedentes familiares y personales, consumo de tóxicos y fármacos y una evaluación psicopatológica. Asimismo, indicó que es necesario hacer una entrevista estructurada e incidió en la presencia terapéutica, "en referencia al aquí y ahora, con una actitud empática y escucha activa, entrevista abierta sin interrupciones en la que no hagamos juicios de valor y si detectamos una ideación suicida averiguar si existe una planificación".


Hay muchos cuestionarios, como la escala de ideación suicida de Beck, la de Paykel de solo cinco ítems y a una mayor respuesta positiva mayor riesgo suicida, la escala Sad persons heteroaplicada con diez cuestiones y la escala M.I.N.I., entre algunas de las más útiles, "pero ninguna herramienta suple a la entrevista clínica", destacó la especialista.


"Ante una conducta suicida me gustaría recalcar ciertos aspectos como: no minimizar, establecer una escucha auténtica hablando del suicidio con normalidad, evitar la contratransferencia y no trasmitirle nuestra angustia y malestar. Hay que hablar al paciente de la temporalidad de la situación y enfatizar las distintas opciones terapéuticas con los recursos que dispone el paciente, los fármacos, los avances de la medicina y la psicoterapia", resumió la Dra. Grande.


Teléfonos y aplicaciones: dos grandes recursos


"Finalmente, en cuanto a recursos y formación continuada la especialista comentó una aplicación móvil, Prevensuic, gratuita y disponible tanto para pacientes como para profesionales de atención primaria y de salud mental, que nos ayuda con un algoritmo de abordaje del riesgo suicida que consta de varias escalas y consejos para el paciente y sus familiares".


No hay que olvidar el importante recurso que supone la alianza médico-paciente, los recursos formativos de cada comunidad autónoma y los teléfonos de ayuda como son el 112 y el reciente 024, disponible desde hace un mes, que es un hito en la salud mental de nuestro país gestionado por profesionales de la Cruz Roja, gratuito y disponible las 24 horas para la atención al riesgo suicida.


 

Fuente: Medscape
Palabras clave: suicidio, prevención, atención primaria

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