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Mitos de la psicología positiva: maniobras engañosas y pseudociencia
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Autor/autores: Luis Fernández-Ríos; Manuel Vilariño.
,Artículo,Psicología,
Artículo |
Fecha de publicación: 27/07/2016
Artículo revisado por nuestra redacción
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Resumen La Psicología Positiva (PsP) ha tenido un gran auge en los últimos veinte años. El objetivo del presente trabajo es enumerar una serie de mitos y maniobras argumentales falaces que siembran serias dudas acerca de lo novedoso y original de la PsP. En su discurso destaca lo pseudocientífico y una cierta deshonestidad intelectual. Además, disemina a través de redes sociales, libros y...
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Resumen
La Psicología Positiva (PsP) ha tenido un gran auge en los últimos veinte años. El objetivo del presente trabajo es enumerar una serie de mitos y maniobras argumentales falaces que siembran serias dudas acerca de lo novedoso y original de la PsP. En su discurso destaca lo pseudocientífico y una cierta deshonestidad intelectual. Además, disemina a través de redes sociales, libros y revistas especializadas, un conocimiento, se supone que empíricamente fundamentado, pero que en realidad está plagado de afirmaciones tautológicas, conocimientos superficiales y conclusiones evidentes. Todo el conocimiento generado por la PsP pone de manifiesto lo que aporta el sentido común sensato, y la razonable sabiduría tradicional. En conclusión, para esto, no hace falta la PsP y, además, se convierte, en cierta medida, en académica y socialmente innecesaria, irrelevante y prescindible. El trabajo finaliza con una serie de consideraciones acerca del incierto futuro de la siempre controvertida PsP.
La Psicología Positiva (PsP) ha tenido un gran auge en los últimos veinte años. El objetivo del presente trabajo es enumerar una serie de mitos y maniobras argumentales falaces que siembran serias dudas acerca de lo novedoso y original de la PsP. En su discurso destaca lo pseudocientífico y una cierta deshonestidad intelectual. Además, disemina a través de redes sociales, libros y revistas especializadas, un conocimiento, se supone que empíricamente fundamentado, pero que en realidad está plagado de afirmaciones tautológicas, conocimientos superficiales y conclusiones evidentes. Todo el conocimiento generado por la PsP pone de manifiesto lo que aporta el sentido común sensato, y la razonable sabiduría tradicional. En conclusión, para esto, no hace falta la PsP y, además, se convierte, en cierta medida, en académica y socialmente innecesaria, irrelevante y prescindible. El trabajo finaliza con una serie de consideraciones acerca del incierto futuro de la siempre controvertida PsP.

