A pesar de que el 93 por ciento de los profesionales de la salud considera la obesidad como una enfermedad crónica, solo el 44 por ciento de los pacientes recibe el diagnóstico de obesidad por su médico, y apenas un 24 por ciento son citados a visita de seguimiento, según alertan desde la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) con motivo del día mundial de la enfermedad, que se celebra este viernes.
Esta menor atención a esta enfermedad crónica responde a múltiples factores, como la estigmatización que culpabiliza al paciente por no tener hábitos saludables, a la escasa disponibilidad de recursos para abordarla, a que su tratamiento farmacológico no está cubierto por la financiación pública, y a que las listas de espera para el tratamiento quirúrgico son largas y restrictivas.
Sin embargo, según recuerdan los endocrinólogos, la evidencia científica ha demostrado que la obesidad tiene un origen complejo y multifactorial. En cada individuo, interaccionan de forma diferente factores que promueven esta enfermedad y gran parte de ellos están fuera de su control voluntario.
Así, los determinantes genéticos, en un ambiente cada vez más obesogénico, donde también tienen efecto negativo el estrés, el escaso sueño y el sedentarismo, entre otros, contribuyen a que esta pandemia esté descontrolada.
Existen múltiples factores que provocan que el abordaje de la obesidad sea un reto difícil, entre los que se contemplan su alta prevalencia, la falta de reconocimiento como enfermedad crónica, el placer que puede suponer la comida, la asociación de la pérdida de peso con la mera estética, los bulos y el nicho comercial de tratamientos no efectivos.
"La falta de formación sobre la alimentación saludable en la población general y, más grave aún, en los profesionales de la salud, la publicidad de los alimentos ultra procesados, así como la escasez de equipos multidisciplinares, junto con el estigma y la discriminación hacia las personas con obesidad, hacen que su abordaje correcto sea un verdadero desafío", lamentan desde la SEEN.
TRATAMIENTO
El tratamiento de la obesidad ha demostrado que previene sus múltiples consecuencias para la salud e incluso disminuye la incidencia de cáncer y la mortalidad general. Asimismo, puede conseguir la remisión de la diabetes y prevenir eventos cardiovasculares, así como mejorar sustancialmente la calidad de vida de las personas, entre otros beneficios.
La pandemia por Covid-19 ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de las personas con obesidad, ya que ha evidenciado que se trata del factor de riesgo más importante de mortalidad por la Covid, además de todos los efectos colaterales de las restricciones, a nivel psicológico y de movilidad.
Por estos motivos, es necesario actuar para frenar esta tendencia y evitar las consecuencias de la obesidad. La SEEN propone involucrar a las ciudades mediante sus departamentos de salud en este desafío contra la obesidad, y aboga por la puesta en marcha de iniciativas que promuevan un ambiente más saludable que impulsen la actividad física, el consumo de alimentos de temporada y de cercanía, y la promoción de la salud en general.
Por último, cabe destacar que la SEEN ha elaborado una guía de abordaje integral de la obesidad que pone a disposición de la atención primaria, con el fin de romper con esta barrera y facilitar la atención de las personas con obesidad.