Un 33% de niños entre 12 y 16 años están en riesgo elevado de hacer un uso compulsivo de Internet y redes sociales, porcentaje que baja al 11,3% entre los jóvenes de 15 y 24 años, según se desprende del informe 'Impacto del aumento del uso de Internet y las redes sociales en la salud mental de jóvenes y adolescentes'.
El Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), órgano colegiado de carácter consultivo de la entidad Red.es, adscrita al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, junto con el programa Digital Future Society han presentado este martes el informe.
Los autores de la investigación han explicado que este uso indebido, cuyos síntomas pueden ser la necesidad de uso creciente, el síndrome de abstinencia o una interferencia en otras facetas de la vida, puede afectar en distinto grado en diferentes ámbitos.
Como ejemplo, han destacado que puede afectar negativamente al rendimiento de las personas en el puesto de trabajo y un 44,6% de estudiantes asegura que les quita tiempo de estudio. Además, quienes tienen más dependencia a esta tecnología, practican menos deporte y un 12,9% ha reducido mucho o bastante el tiempo que dedicaba a salidas culturales.
Asimismo, un 9,4% de los jóvenes usuarios afirma pasar menos tiempo con sus amistades presencialmente y un 26% reconoce estar bastante o mucho tiempo solo desde que usa dispositivos tecnológicos.
En este sentido, han aclarado que entre los fenómenos que se hallan detrás de estas cifras está el conocido como síndrome FOMO, es decir, el miedo a perderse algo.
Este síndrome produce angustia o preocupación por ausentarse de Internet y las redes sociales o perderse alguna experiencia que otras personas, como familiares o amistades, podrían estar disfrutando.
Por otro lado, el estudio señala que los beneficios del uso de las tecnologías digitales y la conexión a través de Internet y las redes superan a los riesgos para la mayor parte de la población.
En concreto, se han documentado efectos positivos del uso de redes sociales sobre la salud mental de niños, adolescentes y jóvenes que tienen que ver con sentir mayor aceptación (58%), expresar mejor su lado creativo (71%) o estar más conectados con lo que sucede en la vida de sus amistades (80%).