Resumen
Un número limitado de estudios han evaluado el funcionamiento sexual en pacientes con esquizofrenia. La mayoría de los pacientes muestran un interés en el sexo que difiere poco de la población general. Por el contrario, los síntomas psiquiátricos, la institucionalización y la medicación psicotrópica contribuyen a que ocurran con frecuencia alteraciones en el funcionamiento sexual. Las mujeres con esquizofrenia tienen un mejor resultado social, relaciones (sexuales) más duraderas y más descendencia respecto a los hombres con esquizofrenia. Sin embargo, en ambos sexos las deficiencias sociales e interpersonales limitan el desarrollo de relaciones sexuales estables. Aunque los pacientes consideran los problemas sexuales como altamente relevantes, ellos y los médicos no hablan fácilmente y de manera espontánea sobre éstos, lo que lleva a una subestimación de su prevalencia y a una contribución de la disminución de la adherencia al tratamiento. Los estudios que utilizaron entrevistas estructuradas o cuestionarios tuvieron como resultado que muchos más pacientes informaran de disfunciones sexuales. Aunque el funcionamiento sexual puede verse afectado por diversos factores, el uso de medicación antipsicótica parece ser un factor importante. Una comparación entre diferentes antipsicóticos mostró altas frecuencias de disfunción sexual para la risperidona y los antipsicóticos clásicos, y frecuencias más bajas para la clozapina, olanzapina, quetiapina, y aripiprazol. Un antagonismo de la dopamina postsináptica, la elevación de la prolactina y el bloqueo de receptores ?1 podrían ser los factores más relevantes en la patogénesis de la disfunción sexual inducida por antipsicóticos. Las estrategias psicosociales para tratar la disfunción sexual inducida por antipsicóticos incluyen la psicoeducación y la terapia de pareja. Las estrategias farmacológicas incluyen la reducción de dosis o la sustitución por un antipsicótico que evite la producción de prolactina. Además, añadir un agonista de la dopamina, el aripiprazol, o un inhibidor de la fosfodiesterasa-5 ha mostrado algunos resultados prometedores, aunque la evidencia es actualmente escasa.
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