MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -

El tratamiento farmacológico de la esquizofrenia es clave a largo plazo para prevenir las recaídas que, de hecho, la baja adherencia de estos pacientes a su medicación es el detonante de estas crisis, ha reconocido el director de Salud Mental en el Parc Sanitari Sant Joan de Deu de Barcelona, Luis San.

Este experto ha participado en un simposio en el marco del XIX Congreso Nacional de Psiquiatría recientemente celebrado en Palma de Mallorca, donde destacó que "cada recaída pone en riesgo la biografía del paciente", ya que tiene secuelas a nivel neurológico y se asocia con un deterioro de la calidad de vida.

"Suponen una toxicidad a nivel cerebral que implica un deterioro en diferentes áreas cerebrales, lo que se traduce en una alteración de la funcionalidad y de la calidad de vida del paciente", ha reconocido este experto.

En cambio, hay estudios que demuestran que hasta el 40 por ciento de los pacientes en tratamiento ambulatorio consigue la remisión, lo que prueba que "pueden alcanzar una recuperación integral y mantener una buena calidad de vida, manteniendo sus visitas al especialista, una dieta sana, ejercicio físico".

Por su parte, el director de la Unidad de Esquizofrenia del Hospital Clínic de Barcelona, Miquel Bernardo, ha puesto el acento sobre la importancia de reducir los síntomas psicóticos como primer paso para la recuperación, focalizándose en una remisión de la sintomatología clínica suficientemente amplia para que la mejora de su funcionamiento psicosocial permita la normalización del paciente en el día a día.