Resumen
La esquizofrenia y las psicosis afectivas son trastornos debilitantes que afectan en conjunto al 2%-3% de la población adulta. Aproximadamente en el 50%-70% de los hijos de padres con esquizofrenia se manifiestan una serie de dificultades observables incluyendo problemas socioemocionales, cognitivos, neuromotores, del lenguaje hablado y psicopatológicos, y aproximadamente el 10% de ellos desarrollará psicosis. A pesar del voluminoso trabajo sobre las vulnerabilidades premórbidas de la psicosis, especialmente en la esquizofrenia, el trabajo sobre los enfoques de intervención premórbidas es escaso. Si bien las intervenciones posteriores durante la fase clínica de alto riesgo (CHR) de la psicosis, que se caracteriza principalmente por síntomas positivos atenuados son prometedoras, el período CHR es una fase relativamente tardía de descarrilamiento del desarrollo. Este artículo revisa y propone objetivos potenciales para las intervenciones psicosociales durante el período premórbido, complementando las intervenciones biológicas descritas por otros en este número especial temático. Comenzando con el embarazo, los padres con psicosis pueden beneficiarse de atención prenatal mejorada, apoyo social, habilidades de crianza, reducción de síntomas, y programas centrados en la familia. Para los niños en situación de riesgo, se propone la intervención temprana preventiva y la rehabilitación cognitiva. Se necesita más investigación empírica para evaluar estas intervenciones en padres y determinar si las intervenciones para padres y niños influyen positivamente en el curso del desarrollo de la descendencia.