Las personas jubiladas que hacen ejercicio habitualmente son más capaces de combatir los impactos de la fatiga mental, sugiere una nueva investigación de investigadores de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) y la Universidad de Extremadura en España.
En un artículo publicado en el 'Journal of Aging and Physical Activity', se describe cómo los investigadores trabajaron con grupos de adultos para descubrir si la edad aumentaría y el ejercicio regular disminuiría el impacto de la fatiga mental en una serie de pruebas de rendimiento cognitivo y físico.
En el primer estudio, los hombres sedentarios de entre 65 y 79 años obtuvieron peores resultados en pruebas cognitivas y físicas que los de entre 52 y 64 años; estos deterioros fueron mayores cuando fueron evaluados en un estado de fatiga mental. Un segundo estudio con hombres y mujeres jubilados de entre 66 y 72 años de edad encontró que el rendimiento cuando estaban mentalmente descansados y fatigados era mejor en los adultos mayores físicamente activos que en sus pares sedentarios.
El profesor Chris Ring de la Universidad de Birmingham y autor correspondiente del estudio aporta: "Este estudio muestra lo importante que es la actividad física para los adultos a medida que envejecen y, en general, para evitar los peores impactos de la fatiga mental en el rendimiento cognitivo y físico. Esta investigación de nuestro proyecto de colaboración internacional en curso confirma que la actividad física regular tiene una serie de beneficios, ya que una mayor aptitud física se asocia con una mejor cognición, una mayor capacidad de ejercicio y una mayor resistencia a la fatiga mental.
"Para los adultos mayores en particular, el ejercicio regular representa un medio simple pero efectivo para contrarrestar los efectos de la edad en diversas áreas, incluyendo evitar los efectos negativos de sentirse mentalmente fatigado después de una tarea particularmente exigente".
El equipo de investigación también señala que la investigación confirmó que la fatiga mental perjudicaba el rendimiento en los adultos mayores y mostró que el rendimiento en estados de fatiga y relajación empeoraba con el envejecimiento y la inactividad".
El profesor Ring sugiere que los adultos mayores que deseen desempeñarse mejor en situaciones exigentes pueden adoptar las siguientes tres medidas activas: En primer lugar, las personas pueden aumentar sus niveles de actividad física regular.
En segundo lugar, las personas pueden calentar utilizando una combinación de tareas cognitivas y físicas para prepararse mejor para el próximo desafío físico, especialmente cuando se sienten mentalmente fatigados. En tercer lugar, las personas pueden entrenarse utilizando una combinación de tareas cognitivas y de ejercicio (un método llamado Entrenamiento de Resistencia Cerebral o BET) para mejorar su resistencia a la fatiga mental y mejorar su rendimiento físico.