El Instituto Nacional de Estadística ha divulgado que en España, las muertes relacionadas con trastornos mentales y de conducta han seguido una tendencia creciente a lo largo de los últimos 17 años. En 2006, se registraron 12.107 defunciones a causa de estas enfermedades, incrementándose progresivamente hasta el pico de 22.896 fallecimientos en 2019, la cifra más alta de los últimos tres lustros.
Durante la pandemia de COVID-19, se observó una reducción temporal en estas muertes. En 2020, las cifras descendieron a 21.697 muertes, y continuaron disminuyendo en 2021 con 20.512 casos, marcando el número más bajo en ocho años. No obstante, este descenso fue breve, pues en 2022 las muertes aumentaron nuevamente a 22.744, posicionándose como la segunda cifra más elevada desde 2006.
La tendencia general ha sido de un aumento constante en las muertes por trastornos mentales, exceptuando los años 2020 y 2021. En algunos años específicos, como 2015, el incremento fue notablemente alto, con un aumento de 2.500 muertes en comparación con el año anterior. 2012 y 2014 también experimentaron aumentos significativos, con casi 2.000 casos adicionales cada uno.
Entre las patologías más comunes que contribuyen a estas estadísticas se encuentran la adicción a sustancias, trastornos alimentarios, depresión, trastorno bipolar y esquizofrenia. Especialmente alarmante es el aumento de las muertes por suicidio, que se ha incrementado en cerca de 1.000 casos anuales en el último quinquenio.