El creciente interés en vapeadores y cigarrillos electrónicos se ha convertido en una preocupación para los expertos, destacada en el 57º Congreso de la Sociedad Españana de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), celebrado en el Palacio de Congresos de Valencia.
El evento ha congregado a cerca de 2.300 especialistas en enfermedades respiratorias, que comparten los últimos avances en la prevención y tratamiento de estas condiciones.
El aumento en el uso de dispositivos como alternativas al tabaco representa riesgos "reales" para la salud, ya que estos productos están lejos de ser inofensivos y están asociados con un aumento en los casos de enfermedades respiratorias y problemas cardiovasculares.
Carlos Rábade, coordinador del Área de Tabaquismo de SEPAR, señala que "la principal preocupación es el auge de los cigarrillos electrónicos y vapeadores".
Este fenómeno es particularmente alarmante entre los adolescentes, sirviendo a menudo como una "puerta de entrada" para el consumo de tabaco más adelante.
El manejo de estos dispositivos también contribuye a que muchos fumadores no realicen intentos serios de dejar el hábito a través de tratamientos adecuados, que deberían incluir asesoramiento psicológico y abordaje farmacológico. La percepción errónea de que estos dispositivos son inofensivos agrega preocupación entre los profesionales de la salud.
Toxicidad pulmonar
Rábade enfatiza la "peligrosidad" de los dispositivos, cuyo humo contiene componentes como nitrosaminas, propilenglicol, formaldehídos y nicotina, todos tóxicos para el pulmón.
Estos componentes contribuyen al riesgo de desarrollar enfermedades como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), empeoramiento de condiciones respiratorias, tumores y problemas cardiovasculares. Además, sustancias como metales pesados pueden causar problemas al ser inhalados, y estudios indican que el uso de estos dispositivos aumenta el riesgo de infecciones respiratorias y agudizaciones de condiciones como EPOC o asma.
A pesar de los esfuerzos para reducir el consumo de tabaco, la prevalencia se ha estancado en los últimos años, en parte debido a la popularidad de estos dispositivos y la alta accesibilidad del tabaco en España. Muchos fumadores tampoco disponen de asistencia adecuada para tratar esta enfermedad adictiva y crónica.
Medidas conjuntas
Ante este escenario, Rábade insiste en que las medidas para reducir la prevalencia del tabaquismo no pueden ser aisladas. Entre las estrategias propuestas por SEPAR, destaca la necesidad de aumentar el precio del tabaco hasta que un paquete alcance los 10-12 euros, lo que ha demostrado ser efectivo para disuadir el consumo.
Otra medida importante es ampliar los espacios libres de humo, especialmente en terrazas, donde estudios indican que más del 50% de los españoles están expuestos al humo del tabaco de manera pasiva. Estos datos subrayan la importancia de seguir extendiendo las áreas donde no se permite fumar.