La Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica el tabaquismo como una de las mayores amenazas para la salud pública global, causando más de 8 millones de muertes anuales. En España, la prevalencia de consumo de tabaco se sitúa por encima del 30%, con millones de personas fumando a diario. A pesar de los riesgos conocidos que incluyen una reducción significativa de la esperanza de vida y la alta incidencia de muertes prematuras, solo una minoría de fumadores intenta dejarlo.
El Dr. Raúl de Simón Gutiérrez, de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), subraya que la mayoría de los fumadores requiere varios intentos para dejar de fumar definitivamente, resaltando la importancia de intervenciones profesionales. Estudios indican que la probabilidad de mantener la abstinencia aumenta sustancialmente con el apoyo de profesionales sanitarios.
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) afirma que las tasas de éxito pueden alcanzar casi el 60% con condiciones óptimas de tratamiento, que debe ser personalizado para abordar tanto la dependencia física como los aspectos psicológicos del hábito de fumar.
Dejar de fumar no solo beneficia al individuo en numerosas maneras, incluyendo mejoras en la función cardiovascular y pulmonar, sino que también tiene un impacto positivo en el medio ambiente. El Dr. de Simón anima a los fumadores a aprovechar cualquier momento para dejar el tabaco, especialmente durante periodos de nuevos comienzos, como el retorno de las vacaciones de verano, cuando muchos se plantean nuevos propósitos de salud.