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Actualidad y Artículos | Adictivos, Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos   Seguir 42

Artículo | 22/09/2022

El papel de la dopamina en el consumo de drogas



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Este artículo afirma que el consumo de drogas está impulsado por los efectos que se experimentan como gratificantes, y está influenciado por factores genéticos y psicosociales que median en la accesibilidad y los sistemas de apoyo social. Este artículo nos muestra que los efectos de refuerzo de las drogas dependen principalmente de la señalización por dopamina, un neurotransmisor, y la exposición crónica desencadena neuroadaptaciones debido a la plasticidad del cerebro, que hace referencia a la capacidad de remodelar su estructura y sus sinapsis.
 
En la persona adicta, el consumo de drogas está asociado con un aumento de la dopamina en las regiones de recompensa cerebral. Esto, resulta en una mayor motivación para "buscar la droga", energizada por los aumentos de la dopamina desencadenados por las señales de sustancias adictivas y una autorregulación prefrontal deteriorada que favorece el consumo compulsivo, así como cambios en la amígdala que conllevan a emociones negativas cuando no se está en presencia de estas sustancias.
 
La investigación en neurociencia ha revelado que la adicción es una enfermedad crónica y recurrente del cerebro desencadenada por la exposición repetida a las drogas a las cuales somos vulnerables debido a la genética y las exposiciones sociales adversas. Como resultado, la capacidad del circuito para responder a las acciones de recompensa y motivación que no están relacionadas con las drogas disminuye y se deteriora la capacidad de autorregulación. El resultado es la búsqueda compulsiva de drogas y su toma a pesar de los graves daños. Los cambios en el cerebro responsables de estos comportamientos inadaptados pueden persistir durante meses o incluso años después de la interrupción del consumo. El tratamiento debe estar dirigido a mejorar la autorregulación; ayudar a controlar el antojo y la aparición de emociones angustiosas, incluida la depresión y la ansiedad; y mejorar la sensibilidad a los refuerzos alternativos.
 
Como se ha comentado previamente, la adicción es una enfermedad crónica, por lo que su tratamiento debe seguir un modelo de intervención sostenido, cuya intensidad debe ajustarse a la etapa de la enfermedad. El tratamiento también debe personalizarse según la gravedad de la adicción. Fundamentalmente, se puede prevenir, y tanto las estrategias universales como las personalizadas pueden reducir significativamente el trastorno por consumo de sustancias en el individuo y en la población.
 
Existe una necesidad en todos los seres de buscar estímulos positivos y evitar estímulos negativos, una fórmula universal que ha evolucionado para maximizar la aptitud adaptativa y las posibilidades de supervivencia. La medida en que las estrategias para alcanzar o evitar dichos estímulos tengan éxito depende de las interacciones complejas entre un organismo y su entorno, dirigidas por el sistema nervioso. Aunque los tipos de estímulos varían de una especie a otra, hay similitudes sorprendentes entre las diferentes especies en sus respuesta a estímulos positivos (por ejemplo, alimentos y sexo) y negativos (por ejemplo, dolor y amenazas ambientales). Esta representación común, que refleja el papel crítico de tales estímulos en el aumento de las probabilidades de supervivencia, a menudo se refleja a nivel neurobiológico, por el que diferentes especies aprovechan estrategias estructurales, neuroquímicas y funcionales similares del cerebro para abordar problemas similares.
 
Las drogas, a través de la estimulación dopaminérgica excesiva y repetida, inducen adaptaciones persistentes. Cuando se establece el acondicionamiento, las neuronas se disparan cuando se exponen a las señales predictivas de la droga que preceden su llegada, lo que predicen una recompensa inminente. El acondicionamiento se puede instaurar para muchos tipos de señales, incluidos lugares y personas asociadas con la experiencia de drogas, o estados mentales que predominaban en el momento en que se consumía.


A medida que se desarrolla la adicción, hay una expansión en el número de estímulos que se vinculan experiencialmente a la droga y, por lo tanto, una mayor probabilidad de estar expuesto a una señal predictiva de drogas. Cualquier encuentro con estas señales puede desencadenar ráfagas de dopamina y conducir a una mayor consolidación en el núcleo estriado dorsal; esto dirige la atención a la señal predictiva de la droga y genera la motivación para adquirirla.
 
Como resultado, el impulso motivacional hacia la sustancia adictiva se produce antes de que se consuma y se desencadena por la exposición a la señal predictiva. Tras el consumo de drogas, la contínua estimulación promueve la ingestión repetida, mientras se fortalece aún más el aprendizaje condicionado, perpetuando así el ciclo de recaída, que da lugar a una potenciación a largo plazo.

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Fuente: ScienceDirect
Palabras clave: Dopamina, drogas
Url corta de esta página: http://psiqu.com/2-68663

Comentarios de los usuarios


Como bien refleja el autor del articulo en muchas de las conductas motivacionales humanas participa este neurotransmisor cerebral. En las adicciones a drogas legales, ilegales, en adicciones comportamentales o sin sutancias, comida, sexo, etc. El problema está cuando su respuesta se hace crónica y mas intensa de la mayoritaria o normativa. Entender cuando de forma involuntaria una minoria llega a la adicción o a comportamientos desajustados, perjudiciales, etc es el reto, que ellos entiendan porque han reaccionado de forma diferente a ese estimulo (nada pasa por casualidad). Para que un estimulo como una sustancia o un comportamiento, tenga la capacidad de ser destructivo e imparable, necesita de varias condiciones: 1ª. la vulnerabilidad por lo biológico o (BNH) base de naturaleza heredada (condición necesaria pero no suficiente), 2ª, el estimulo externo estresor (droga o comportamiento o virus!!) y 3ª por ultimo que esa BNH este desajustada de forma crónica, con frecuencia por estresores sociales-ambientales. Este es el patrón que suele estar debajo de todo el enfermar crónico humano, incluidas las conductas adictivas. Saludos alegres desde Sevilla

Jose Luis Frias Pulido
Médico - España
Fecha: 23/09/2022


Muy interesante! Gracias

Pedro Moreno Gea
Psiquiatría - España
Fecha: 22/09/2022



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