Resumen
Importancia:
La gravedad de los síntomas y el funcionamiento adaptativo son dominios fundamentales en el fenotipo del Trastorno del Espectro Autista (TEA). Hasta la fecha, no se ha examinado la asociación longitudinal entre estos 2 dominios.
Objetivo:
Describir las trayectorias de desarrollo de la severidad del síntoma autista y el funcionamiento adaptativo en una gran cohorte de inicio en niños de edad preescolar con TEA.
Diseño, método y participantes:
La muestra estuvo constituida por 421 niños en edad preescolar, de 2 a 4 años, recién diagnosticados con TEA (355 varones, con una media de edad al inicio del estudio, 39,87 meses) que participaron en un estudio longitudinal multicéntrico canadiense a gran escala (Pathways en el estudio ASD). Los datos prospectivos recogidos en 4 puntos desde el momento del diagnóstico hasta la edad de 6 años se utilizaron para realizar un seguimiento de las trayectorias del desarrollo de los niños.
Principales resultados y Medidas:
La gravedad de los síntomas autistas fue indexado con el diagnóstico de la Lista de Observación de Autismo. El Funcionamiento adaptativo fue indexado usando las Escalas Vineland de Comportamiento Adaptivo, segunda edición.
Resultados:
Dos grupos con trayectorias distintas proporcionaron el mejor ajuste a los datos de gravedad de los síntomas autistas. El Grupo 1 (11,4% de la muestra) tenía síntomas menos graves y una trayectoria de mejora (P <0,05), mientras que el Grupo 2 (88,6% de la muestra) tenía síntomas más severos y una trayectoria estable. Tres grupos de trayectoria distintas proporcionaron el mejor ajuste a los datos de funcionamiento adaptativo. El Grupo 1 (29,2% de la muestra) mostró menor funcionamiento y una trayectoria de empeoramiento, el Grupo 2 (49,9% de la muestra) tenía funcionamiento moderado y una trayectoria estable, y el Grupo 3 (20,9% de la muestra) tuvo mayor funcionamiento y una mejor trayectoria (P <0,05). La superposición cruzada entre la trayectoria de la gravedad de los síntomas autistas y los grupos funcionamiento adaptativo fue baja (? = 0,13, p <0,05). El sexo fue un predictor significativo de la gravedad de los síntomas autistas según la pertenencia al grupo, y la edad en el momento del diagnóstico, el lenguaje y las puntuaciones cognitivas al inicio del estudio predijo la pertencia al grupo sobre las trayectorias funcionamiento adaptativo. Las trayectorias de la severidad de los síntomas y el funcionamiento adaptativo predijeron varios resultados diferentes a la edad de 6 años.
Conclusiones y relevancia:
Los resultados confirman la heterogeneidad de las trayectorias de desarrollo en TEA. El cambio en el funcionamiento adaptativo sugiere que la mejora es posible en aproximadamente el 20% de la muestra. La gravedad de los síntomas autistas parece ser más estable, con aproximadamente 11% de la muestra que ofrece una marcada disminución en la gravedad de los síntomas. Durante los años preescolares, parece que sólo hay una pequeña cantidad de uniones entre las trayectorias de desarrollo en la severidad de los síntomas autistas y el funcionamiento adaptativo. Es imperativo que un conjunto flexible de las intervenciones que se dirigen tanto a la gravedad de síntomas autistas como al funcionamiento adaptativo debe ser desarrollado y adaptado a las fortalezas y dificultades de cada niño.
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