Comer de manera compulsiva y sentir remordimientos después constituye por sí mismo un trastorno de la conducta alimentaria.

Un trabajo publicado en la última edición de la revista 'Biological Psychiatry' indica que comer de manera compulsiva y sentir remordimientos después constituye por sí mismo un trastorno de la conducta alimentaria; si se hace con asiduidad, dos o tres veces por semana durante unos seis meses indican que el problema está establecido.

Aunque a diferencia de la anorexia y la bulimia no goza del reconocimiento como tal, los autores señalan que esta pérdida del control sobre el apetito es más frecuente que estas enfermedades. Según parece, el 0,6% de la población sufre anorexia y el 1% padece bulimia; mientras que el 2,8% necesita los atracones regularmente.

El problema, que en opinión de los especialistas puede estar infradiagnosticado. El estudio se llevó a cabo mediante entrevistas cara a cara en las que muchos participantes pueden haber ocultado datos, merece mayor atención ya que, normalmente, está relacionado con el desarrollo de obesidad severa (y todos las patologías que acarrea) y con otros trastornos psiquiátricos, como la depresión, las fobias o el abuso de sustancias (alcohol, medicamentos, estupefacientes...).

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