Resumen:
Objetivo:
Aunque los déficits en la memoria y los procesos cognitivos son evidentes en el trastorno de estrés postraumático (TEPT), las dificultades en cognición social y el impacto de esas dificultades en el funcionamiento interpersonal son poco conocidos. Aquí se analizó la capacidad de las mujeres diagnosticadas con trastorno de estrés postraumático relacionado con abuso de la niñez para discriminar la prosodia afectiva, un componente central de la cognición social.
Método:
Mujeres con trastorno de estrés postraumático y controles sanos (CS) completaron dos tareas basadas informáticas de evaluación de la prosodia afectiva: (I) reconocimiento (la categorización de extractos de lengua extranjera como enojado, temeroso, triste o feliz) y (II) discriminación (identificar si dos fragmentos reproducidos consecutivamente tenían la "misma" o "diferente" emoción). La asociación del rendimiento con la presentación de los síntomas, la historia de trauma y ??el funcionamiento interpersonal también fue explorada.
Resultados:
Las mujeres con trastorno de estrés postraumático fueron más lentas que los CS en la identificación de la felicidad, la tristeza y el miedo, pero no la ira, en los fragmentos del discurso. La presencia de síntomas disociativos se relaciona con la reducción de la precisión en la tarea de discriminación. Un aumento en la severidad del trauma infantil se asoció con una reducción de la precisión en la tarea de discriminación y con una más lenta identificación de la prosodia emocional.
Conclusión:
La exposición al trauma de la infancia se asocia, a largo plazo, con un desarrollo atípico en la interpretación de las señales prosódicas en el habla. Los resultados tienen implicaciones para la transmisión intergeneracional del trauma.
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