La creciente digitalización en el sector sanitario y de los servicios sociales aumenta los riesgos de que el personal del gremio, cada vez más envejecido al igual que el resto de la población activa europea, sufra problemas de salud mental, según se advierte en un estudio de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA por sus siglas en inglés).
En España, de los más de 290.000 médicos colegiados en 2022, el 49,8 por ciento tenía más de 45 años. Es decir, que, a pesar de que en los últimos cinco años el número de colegiados ha crecido un 15,2 por ciento y un 25,6 por ciento en la última década, la mitad del gremio no es nativo digital. Por consiguiente, la “sobrecarga tecnológica”, según el informe, es uno de los principales riesgos psicosociales de nuevo cuño que ha traído consigo la implantación de nuevas tecnologías en la actividad sanitaria, fruto del ‘desfase’ entre el ritmo acelerado de modernización del trabajo y un relevo generacional de avance más lento.
A esa circunstancia se suma el hecho de que el envejecimiento generalizado de la población europea se traduce en una mayor demanda asistencial y, por ende, en una mayor carga de trabajo para los profesionales sanitarios. Como consecuencia de todo ello, en el estudio se concluye que el personal de la sanidad y los servicios sociales es el más afectado por los riesgos psicosociales relacionados con el trabajo que conllevan estrés, depresión o ansiedad.
Principales riesgos psicosociales de los sanitarios
La EU-OSHA subraya que los riesgos psicosociales más habituales en el ámbito profesional de la atención sanitaria son altas cargas de trabajo, estrés emocional fruto de la exposición a situaciones traumáticas, toma de decisiones bajo presión, violencia de terceros, acoso, largas jornadas laborales y trabajo por turnos, "a menudo combinados con falta de tiempo y de apoyo laboral y social debido a la falta de personal". En este sentido, se aboga por que aumenten las contrataciones de personal de la sanidad para hacer frente al aludido aumento de la demanda asistencial entre los ciudadanos de la Unión Europea.
El estudio apunta, además, que la pandemia de coronavirus ha tenido un "importante impacto negativo" en "la salud y el bienestar" del personal sanitario "debido a un aumento de factores de riesgo psicosocial" como "miedo a infectarse y aumento de la tensión emocional y de la carga de trabajo". Un cúmulo de aspectos que "puede tener consecuencias graves para el individuo" como problemas de salud física y mental, pérdida de productividad y absentismo.
Beneficios de las nuevas tecnologías en la sanidad
En el informe se resalta que, no obstante, la digitalización sanitaria también puede ser beneficiosa y “contribuir a una gestión eficaz del riesgo psicosocial”, si se usa adecuadamente. “Las nuevas tecnologías pueden favorecer la salud entre los trabajadores sanitarios aligerando la carga de trabajo y abordar problemas de salud psicosocial como estrés, ansiedad y agotamiento”, se señala. Para conseguirlo, se sugiere “evaluar y monitorizar la prevalencia y las consecuencias de los problemas existentes y los nuevos riesgos emergentes impulsados por la tecnología” de cara a identificar dichos riesgos y, así, atajarlos.