Las mujeres tienen mayor riesgo de sufrir trastornos de ansiedad y depresión que los hombres.

La literatura señala de forma contundente cómo las mujeres tienen mayor riesgo de sufrir un trastorno de ansiedad y depresión que los varones. Esta diferencia se incrementa especialmente en el paso de la infancia al inicio de la edad adulta. Con esta afirmación, Isabel Espinar Fellman, profesora de la Universidad Pontificia Comillas-ICAI-ICADE, comenzaba su ponencia “Trastornos de ansiedad y género: vulnerabilidad y propuestas de tratamiento”, elaborada conjuntamente con la profesora Inés Carrasco Galán.


Según Espinar, en España los trastornos de ansiedad son los trastornos psiquiátricos más frecuentes ya que, como asegura la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (2005), afectan al 20% de la población generando síntomas físicos y psicológicos que requieren abordaje terapéutico.


El trastorno que prevalece es la ansiedad generalizada seguido del trastorno obsesivo-compulsivo. Además, globalmente los hombres tienen más probabilidades de abusar de las drogas y del alcohol, pero la ansiedad en las mujeres deprimidas parece que incrementa su riesgo al abuso del alcohol.


Sobre los síntomas en los ataques de pánico, las ponentes consideran que las mujeres tienen mayor probabilidad de tener dificultades respiratorias y de sufrir náuseas y percepción de ahogo. Sin embargo, entre quienes padecen agorafobia, las mujeres tienden a adaptarse al trastorno significativamente más que los hombres.


La profesora de Comillas-ICAI-ICADE se refirió al estudio de Turk, sobre la expresión de la fobia social. Este experto detectó que las mujeres con fobia social tenían una dificultad significativamente mayor al hablar con figuras de autoridad, actuar o hablar ante una audiencia, ser observadas en el trabajo, entrar en una habitación donde hay personas sentadas, ser el centro de atención, expresar desacuerdo y tener que dar una fiesta. Sin embargo, los hombres tenían significativamente más dificultad al orinar en público y al devolver una mercancía en una tienda.


Para esta especialista, la socialización en función del género contribuye a la mayor propensión de la mujer a la ansiedad mientras que factores más generales como la mayor afectividad negativa y la mayor reactividad emocional a los acontecimientos vitales negativos contribuirían al mayor riesgo de la mujer a padecer desórdenes emocionales.


Se han observado, según la psicóloga, mayores índices de afectividad negativa en las mujeres que en los hombres. La mayor propensión de las niñas a la afectividad negativa empieza a aparecer alrededor de los dos años. Además, a lo largo de la infancia, las niñas empiezan a manifestar más síntomas de ansiedad e inhibición conductua”. En este sentido, durante primaria y secundaria, las niñas manifiestan más emociones de sorpresa tristeza, vergüenza, timidez y culpa, mientras que los varones muestran más reacciones de desprecio y son más propensos a negar la experiencia de otras emociones.


Otro factor que explicaría la mayor propensión en la mujer a los trastornos de ansiedad es la mayor sensibilidad de la mujer a las expresiones faciales, lo que se ha señalado con un factor de riesgo para la detección de la amenaza, el condicionamiento del miedo y el mantenimiento de elevados niveles de reactividad ante los acontecimientos negativos.


Por otra parte, las características asociadas a los roles de género se convierten también en variables relacionadas con los trastornos de ansiedad. Los estudios muestran que a las niñas se les refuerzan las conductas prosociales y empáticas, mientras que a los niños se les fomentan los comportamientos de autonomía e independencia, la asertividad y la iniciativa a la hora de desempeñar distintas actividades.


La profesora de Comillas-ICAI-ICADE señaló “las expectativas parentales” como un factor explicativo de la ansiedad, ya que las expectativas de las madres son diferentes si se trata de sus hijos o de sus hijas. Por ello, las niñas tienen menos expectativas de éxito, menos aspiraciones, más miedo y ansiedad ante el fracaso y más tendencia a atribuir sus fallos a su falta de habilidad y sus éxitos a factores inestables.


En el tratamiento de la ansiedad en las mujeres, la ponencia recomienda prestar atención y evaluar los acontecimientos traumáticos pasados y recientes y recordar que en las mujeres es mayor la probabilidad de sufrir violaciones y agresiones sexuales.