Autor/autores:
Guido K. W. Frank, Marisa C. DeGuzman, BA, Megan E. Shott...(et.al)
La anorexia nerviosa (AN) se asocia con el inicio en la adolescencia, el bajo peso corporal grave y la alta mortalidad, así como la alta prevención de daños. El sistema de recompensa cerebral podría tener un papel importante en el desconcertante impulso de la delgadez y la evitación de alimentos en la AN. Evaluar si la respuesta de aprendizaje de recompensa cere...
PUBLICIDAD
Estás viendo una versión reducida de este contenido.
Para consultar la información completa debes registrarte gratuitamente.
Tan sólo te llevará unos segundos.
Y si ya estás registrado inicia sesión pulsando aquí.
La anorexia nerviosa (AN) se asocia con el inicio en la adolescencia, el bajo peso corporal grave y la alta mortalidad, así como la alta prevención de daños. El sistema de recompensa cerebral podría tener un papel importante en el desconcertante impulso de la delgadez y la evitación de alimentos en la AN.
Evaluar si la respuesta de aprendizaje de recompensa cerebral al gusto en la AN de los adolescentes está alterada y asociada con la respuesta al tratamiento, la conectividad estriado-hipotalámica y la evitación de daños elevados.
En este estudio transversal de imágenes multimodales del cerebro, los adolescentes y adultos jóvenes con AN se combinaron con controles sanos en un centro universitario de imágenes cerebrales y un programa de tratamiento de trastornos de la alimentación. Durante un paradigma de condicionamiento clásico con sabor a sacarosa, las violaciones de las asociaciones aprendidas entre los estímulos visuales condicionados y los estímulos del gusto incondicionados provocaron el error de predicción relacionado con la dopamina (EP). Se estudió la conectividad dinámica efectiva durante el recibo de sabor dulce para investigar la activación cerebral jerárquica a través de la red cerebral que regula la alimentación. El estudio se realizó de julio de 2012 a mayo de 2017 y los datos se analizaron de junio de 2017 a diciembre de 2017.
El cerebro recompensa la respuesta a través de la ínsula, el caudado y la corteza orbitofrontal; Conectividad dinámica efectiva entre el hipotálamo y el estriado ventral; y el aumento de peso del tratamiento, las puntuaciones de evitación de daños y los niveles de cortisol en la saliva y sus correlaciones con la respuesta cerebral de la EP.
De 56 mujeres participantes con AN incluidas en el estudio, la edad media (DE) fue de 16,6 (2,5) años, y el índice de masa corporal promedio (DE) (IMC; calculado como el peso en kilogramos dividido por la altura en metros cuadrados) fue 15,9 (0,9); de 52 controles femeninos pareados, la edad media (DE) fue de 16,0 (2,8) años, y el IMC medio (DE) fue de 20,9 (2,1). La respuesta de error de predicción se elevó en los participantes con AN en la cabeza caudada, el núcleo accumbens y la ínsula (análisis multivariado de covarianza: Wilks λ, 0.707; P = .02; η2 parcial = 0.296), que se correlacionó negativamente con el gusto del sabor de la sacarosa. La respuesta a PE bilateral orbitofrontal gyrus rectus se correlacionó positivamente con la prevención del daño (derecha, 0,317; IC del 95%, 0,091 a 0,539; p <0,02; p ρ izquierda, 0,333; IC del 95%, 0,112 a 0,550; p <0,01) pero correlacionada negativamente con el cambio en el IMC del tratamiento (derecha ρ, −0.282; 95% CI, −0.534 a −0.014; P <.04; izquierda ρ, −0.268; 95% CI, −0.509 a −0.018; P <.045) . Los participantes con AN mostraron una conectividad efectiva desde el estriado ventral al hipotálamo, y la fuerza de conectividad se correlacionó positivamente con la respuesta de la ínsula y orbitofrontal PE. La respuesta PE derecha de la corteza frontal se asoció con el cortisol, que se correlacionó con la insatisfacción corporal.
Estos resultados respaldan aún más la señal de PE elevada en AN y sugieren un vínculo entre la PE y la prevención de daños elevados, conexiones cerebrales.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:https://jamanetwork.com
