Esta afirmación la hace el psicoanalista José Ramón Ubieto en base a números reales. “En doce años, del 2000 al 2012, en España se han multiplicado por 30 los diagnósticos por Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad”.
La principal consecuencia del sobre diagnóstico es la sobre medicación. Hoy, en nuestro país, hay más de 250.000 menores medicados con psicoestimulantes porque se les ha diagnosticado TDAH. Estamos hablando, explica José Ramón Ubieto, psicoanalista de la Universitat Oberta de Catalunya y autor del libro “Niñ@s hiper”, de un 3% de niños menores de 12 años y de un 7% de adolescentes. Se trata de cifras muy elevadas en opinión de Ubieto, sobre todo porque las guías clínicas señalan que “la farmacología puede ser un remedio pero nunca la primera opción”. La realidad, en opinión de este especialista, es que en la mayoría de los casos se ha convertido en la primera opción. Tanto es así que el Consejo de la ONU,recientemente, ha dado un toque de atención a las autoridades sanitarias españolas al considerar que se está produciendo una sobre medicación debido al TDAH.
En muchos casos los fármacos son necesarios, por supuesto, pero no en todos, indica este especialista que reclama cambios en el sistema educativo para reducir el número de diagnósticos de este trastorno en niños y adolescentes. El sistema educativo es la clave, explica Ubieto. Actualmente los niños tienen en su bolsillo, en forma de smartphone, todo el saber que les interesa, cuando hace sólo unos años era un ámbito exclusivo del maestro. Esto ha trasformado la forma de aprendizaje, ha cambiado la autoridad del profesor, y el sistema educativo no se ha adaptado a estos cambios. Todo esto genera una serie de conductas que calificamos de “perturbadoras” porque no responden al patrón tradicional y alguna de esas conductas acabamos calificándolas o diagnosticándolas como TDH. Es evidente que algo está pasando, que algo se está haciendo mal, cuando en Estados Unidos en las aulas de secundaria el 20% de los adolescentes han sido diagnosticados de este trastorno, sigue contando este especialista. En más, añade, el Dr Conners, considerado el padre del TDHA, ha manifestado su alarma y ha calificado de epidemia lo que está pasando con este trastorno.
Medicación con efectos secundarios
La medicación que reciben los menores con diagnóstico TDHA no es inocua. Se ha comprobado, está demostrado, afirma el doctor Ubieto, que, tras años de consumo estos fármacos provocan un retraso en el crecimiento. Otros efectos secundarios son la falta de apetito, los cambios de humor y en casos ya más graves hay riesgos cardiovasculares. Es normal, sigue contando el especialista, que los padres quieran encontrar una solución si sus hijos tienen problemas en la escuela pero muchas veces “esa solución no puede ser ni inmediata ni mágica”.
