Autor/autores:
Lorcan Kenny, Serena J. Cribb y Elizabeth Pellicano
Los estudios longitudinales de personas autistas muestran que las características de comportamiento del autismo generalmente perduran hasta la edad adulta. Sin embargo, los indicadores pronósticos siguen estando lejos de ser ciertos, especialmente para los individuos con capacidad cognitiva. Aquí, probamos el poder predictivo de las habilidades cognitivas específicas, a...
PUBLICIDAD
Estás viendo una versión reducida de este contenido.
Para consultar la información completa debes registrarte gratuitamente.
Tan sólo te llevará unos segundos.
Y si ya estás registrado inicia sesión pulsando aquí.
Los estudios longitudinales de personas autistas muestran que las características de comportamiento del autismo generalmente perduran hasta la edad adulta. Sin embargo, los indicadores pronósticos siguen estando lejos de ser ciertos, especialmente para los individuos con capacidad cognitiva. Aquí, probamos el poder predictivo de las habilidades cognitivas específicas, a saber, la teoría de la mente y la función ejecutiva, medida en la infancia, en las características autistas y el comportamiento adaptativo de los jóvenes 12 años después. Veintiocho jóvenes autistas (2 mujeres) fueron vistos dos veces en el espacio de 12 años. En el Tiempo 1 (M = 5 años; 7 meses, SD = 11 meses), se evaluó a los participantes sobre los componentes de la función ejecutiva (planificación, inhibición y flexibilidad cognitiva) y la teoría de la mente (comprensión de falsas creencias). En el Tiempo 2, 12 años después (M = 17 años 10 meses, SD = 1 año; 2 meses), medimos las características autistas y el comportamiento adaptativo de los participantes. Solo las habilidades de función ejecutiva del Tiempo 1 predijeron una variación significativa en las características autistas de los adolescentes autistas, por encima de la varianza atribuible a la edad temprana, la capacidad intelectual y la teoría de la mente. Además, las habilidades tempranas de EF, además de la capacidad verbal temprana y la capacidad no verbal, predijeron una variación significativa en el comportamiento adaptativo de los jóvenes en el seguimiento de 12 años. Estos hallazgos longitudinales a largo plazo demuestran claramente que la función ejecutiva medida en la primera infancia tiene una importancia pronóstica en una muestra de jóvenes autistas que se acercan a la adultez emergente y subraya su importancia como objetivo clave para la intervención y el apoyo tempranos.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:https://link.springer.com
