Resumen
Existen dos hipótesis que se citan comúnmente para explicar un sello diagnóstico del autismo, la aversión de la mirada y la indiferencia de la mirada: menos atención a los ojos de los otros. Los dos postulan diferentes áreas de función cerebral atípica, diferentes modelos patógenos de discapacidad, y diferentes tratamientos posibles. La evidencia a favor y en contra de cada hipótesis es mixta, pero hasta ahora se ha centrado en los niños mayores y adultos. Los autores evaluaron ambas hipótesis mecanicistas en dos series de experimentos en el momento del diagnóstico inicial. Se recolectaron datos de rastreo ocular en 86 niños de 2 años de edad: 26 con autismo, probados en el diagnóstico inicial; 38 niños emparejados con desarrollo normal; y 22 niños emparejados con retraso en el desarrollo. En dos experimentos, los autores midieron la respuesta a la señalización directa e implícita para mirar a los ojos.
Cuando se indicó mirar directamente a los ojos, los niños de 2 años con autismo no desviaron la mirada más rápida que los niños con desdarrollo típico; su latencia no varió ni categóricamente ni dimensionalmente por el grado de detección ocular. Por otra parte, la indicación directa tenía un efecto sostenido más fuerte en su cantidad de mirada que en el de los niños con desarrollo normal. Cuando se presentaron señales sociales implícitas para los ojos, los niños de 2 años con autismo ni apartan la mirada ni evitan sutilmente su mirada hacia lugares periféricos.
Los resultados falsifican la hipótesis de la aversión de la mirada; en cambio, en el momento del diagnóstico inicial, la disminución de la apariencia visual en el autismo es consistente con la insensibilidad pasiva a las señales sociales en los ojos de otros.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original: http://ajp.psychiatryonline.org/