Resumen

La utilización no médica de fármacos de prescripción, por lo general definida como la utilización sin una prescripción o empleo por motivos diferentes al propósito de la medicación, es un problema global, principalmente impulsado por el fenómeno frecuente y creciente de uso no médico de opioides de prescripción en poblaciones jóvenes. Los fármacos de prescripción son legales y por tanto tienden a estar más fácilmente disponibles que la mayoría de las drogas ilegales. La utilización no médica merece especial atención, dado el alto grado del potencial de abuso1 y las múltiples consecuencias de alteración de la salud, que varían dependiendo del fármaco. La utilización no médica de estimulantes de prescripción puede dar por resultado frecuencia cardiaca irregular, hipertensión, insuficiencia del sistema cardiovascular, accidente cerebrovascular y convulsiones, en tanto que la utilización no médica de opioides de prescripción puede ocasionar supresión respiratoria y sobredosis 2 . La mayor parte de las muertes relacionadas con los fármacos a nivel mundial, se deben a sobredosis de opioides de prescripción o de heroína. Un análisis reciente ha ilustrado el aumento mundial de las tasas de mortalidad por opioides de prescripción3 , con excepción de Australia. En Europa, los opioides de prescripción contribuyen a tres cuartas partes de las muertes por sobredosis, lo que representa un 3,5% de las muertes totales en personas de 15 a 39 años. La utilización no médica de estimulantes y opioides de prescripción en adolescentes y adultos jóvenes también se ha vinculado a un mayor uso dañino de otras sustancias4 , notificación de síntomas psiquiátricos, trastornos psiquiátricos e ideación suicida5 . Pese a las inquietudes indiscutibles en todo el mundo, es importante señalar la variabilidad en la prevalencia y los patrones de utilización no médica de fármacos de prescripción en personas jóvenes. En Estados Unidos, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud de 2014, la utilización no médica de fármacos de prescripción en el año previo (opioides, estimulantes, tranquilizantes y sedantes), fue notificada por un 6,2% de personas de 12 a 17 años y un 11,8% de jóvenes de 18 a 25 años, lo cual principalmente se debió a la utilización no médica de opioides de prescripción, que ha permanecido estable en la última década pese a las tendencias crecientes desde finales de la década de 1990. Datos de la Encuesta Canadiense de Vigilancia de Uso de Alcohol y Drogas demostraron que un 4,9% de los jóvenes de 15 a 24 años fueron usuarios no médicos de las clases de fármacos de prescripción antes señaladas en el año previo. Datos de la Encuesta Nacional Australiana de Hogares demostraron un aumento en la utilización no médica de fármacos de prescripción desde 1998, sobre todo entre personas de 14 a 19 años; las estimaciones del año previo de 2013 fueron un 4% entre los jóvenes de 14 a 19 años y un 5,8% entre las personas de 20 a 29 años. Si bien la comparabilidad se dificulta por las metodologías, definiciones y clasificaciones de edad variables, los datos claramente respaldan la inquietud global del uso no médico de fármacos de prescripción en poblaciones jóvenes vulnerables.

Acceso al texto completo.

Para poder visualizar el texto completo, necesita tener instalado el Adobe Reader, si usted no lo tiene puede bajárselo gratuitamente desde la dirección: http://get.adobe.com/es/reader/