Resumen
Las experiencias emocionales traumáticas conducen al desarrollo de memorias particularmente fuertes que pueden impulsar trastornos neuropsiquiátricos, como el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la drogadicción. Por tanto, la alteración de estos recuerdos serviría como una opción de tratamiento de gran alcance, y la focalización del componente emocional patológico, pero no declarativo, de una memoria sería ideal para la intervención clínica. La investigación revela que después de la recuperación de una memoria consolidada, la memoria puede ser desestabilizada y luego reconsolida a través de la plasticidad sináptica para permitir su posterior recuperación. Por tanto, la alteración de la plasticidad relacionada con la reconsolidación podría poner en peligro recuerdos específicos reactivados. La señalización noradrenérgica fortalece la plasticidad sináptica y es esencial para la codificación de componentes emocionales de la memoria. Consistente con esto, las investigaciones han revelado ahora que la señalización noradrenérgica es un mecanismo fundamental para la reconsolidación de memorias emocionales en modelos de roedores y humanos. En este caso, hablamos de estas investigaciones y ensayos clínicos prometedores que indican que la interrupción de la señalización noradrenérgica durante la reconsolidación puede abolir el componente emocional patológica, pero no declarativo, de los recuerdos que permiten el alivio de los trastornos neuropsiquiátricos, incluyendo el trastorno de estrés postraumático y la drogadicción.
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