PUBLICIDAD
"Sería completamente correcto (...) decir que influiría algo, que no pudimos determinar, y que aumenta esa necesidad en las personas con demencia (de tener un marcapasos)", dijo la autora principal del estudio, Nicole Fowler.
En JAMA Internal Medicine, su equipo publica los resultados obtenidos de 16.245 pacientes atendidos en 33 Centros de Atención del Alzheimer entre septiembre del 2005 y diciembre del2011.
En la primera consulta, el 46 por ciento no tenía signos de demencia, el 21 por ciento tenía deterioro cognitivo leve y el33 por ciento padecía demencia.
Durante el estudio, cuatro de cada 1.000 participantes sin demencia inicial recibieron un marcapasos anualmente. Esa frecuencia aumentó a 4,7/1.000 en el grupo con deterioro cognitivo leve y a 6,5/1.000 en el grupo con demencia.
Este último grupo era un 60 por ciento más propenso a que le implantaran un marcapasos que el grupo sin demencia tras considerar la edad, el sexo, la etnia, la residencia, la salud cardíaca, la presión, el riesgo de tener un accidente cerebrovascular (ACV) y el deterioro cognitivo durante el estudio.
Para los autores, estos resultados no coinciden con las expectativas de que las personas con enfermedades graves y, a menudo, fatales reciban tratamientos menos agresivos.
Fowler aseguró que se necesitan más estudios para determinar por qué las personas con demencia son más propensas a que les implanten un marcapasos.
"Las decisiones médicas cuando los pacientes tienen demencia son realmente duras", dijo la autora. Sabemos que a las familias les cuesta tomar decisiones (...) Es importante saber qué necesitan los pacientes y sus familias para respaldarlos en el proceso de toma de decisión", agregó.
Para acceder al texto completo es necesario consultar las características de suscripción de la fuente original: http://archinte.jamanetwork.com/
PUBLICIDAD
