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La psicopedagogía, como su nombre lo indica, proviene de la unión de conocimientos de dos áreas, la psicología y la pedagogía.
Pero la verdad es que se trata de un campo aún más multidisciplinar, que se acerca al conocimiento de la antropología e incluso de la neurología.
El objetivo es sólo uno: comprender todo el proceso que lleva al ser humano a asimilar y construir el conocimiento.
Después de todo, desde que nacimos, estamos expuestos a un universo de posibilidades, lo que significa estar constantemente aprendiendo.
Originaria de Europa, la psicopedagogía surgió como una forma de aportar respuestas a las dificultades de aprendizaje y sus conexiones con las disparidades sociales.
Los primeros centros psicopedagógicos fueron creados en 1946 por Juliette Favez-Boutonnier y George Mauco.
En estos lugares se recibían niños que presentaban conductas consideradas inapropiadas, ya sea en la escuela o en el hogar, además de los que mostraban alguna dificultad en el aprendizaje.
La idea propuesta era conocer no sólo al niño, sino también el entorno en el que se insertaba, como una forma de determinar las acciones reeducativas.
La corriente europea tuvo más tarde una influencia directa en el desarrollo de la psicopedagogía en la Argentina, siendo más tarde Buenos Aires la primera ciudad en ofrecer el curso de capacitación en la zona.
Cabe señalar que los primeros pasos de la psicopedagogía en España se dieron en un período en que las dificultades de aprendizaje se consideraban una disfunción cerebral mínima (DCM).
Uno de los principales obstáculos, aún presente hoy en día, es la forma en que este enfoque conforma la existencia de problemas que son socio-educativos.
Como mencionamos al principio del texto, siempre estamos en contacto con nuevos aprendizajes.
El papel del psicopedagogo, entonces, es entender cómo asimilamos cada uno de ellos desde que somos recién nacidos hasta la etapa adulta.
Con ello, el profesional tiene la oportunidad de identificar problemas, que pueden ser dificultades o incluso perturbaciones, y encontrar alternativas para mejorar el proceso de enseñanza y asegurar que los contenidos puedan ser absorbidos y comprendidos.
También le corresponde a él descifrar el origen de la dificultad presentada, que puede ser mental, social, física e incluso emocional.
También es posible que el psicopedagogo actúe en el desarrollo de acciones preventivas, a partir del seguimiento, especialmente de los niños.
Después de hablar de la construcción histórica de esta área del conocimiento e incluso del desempeño del profesional, no es difícil comprender la importancia del trabajo realizado por la psicopedagogía.
Después de todo, podemos decir que incluso sirve como una forma de empoderamiento de aquellos que presentan algún tipo de dificultad en el proceso de aprendizaje.
Y esto no sólo se aplica a la alfabetización, por ejemplo. Los factores emocionales también están involucrados.
Cuando se inserta en el entorno escolar, la psicopedagogía es una estrategia que permite la acción preventiva, orientando a los maestros y a los miembros de la familia sobre cómo identificar los signos de que hay alguna diferencia significativa en el aprendizaje de un estudiante. No obstante, la psicopedagogía también hace foco sobre la intervención. Por ejemplo, en el ámbito educativo, un tipo de actividad que se está llevando a cabo con frecuencia es la de trabajar con mandalas para imprimir. El juego puede ser una forma de hacer psicopedagogía.
Las posibilidades de actuación de los profesionales de la psicopedagogía son muchas y se han multiplicado en los últimos años.
Por lo tanto, vale la pena mirar cuidadosamente antes de asumir que este profesional siempre será asignado al ambiente escolar.
En las escuelas, puede ayudar a identificar las dificultades que presentan los estudiantes o ayudar en la elección de métodos de enseñanza más eficaces o incluso en la mejora del programa escolar.
En las empresas, la psicopedagogía tiene por objeto aumentar la absorción de contenidos y, por supuesto, mejorar el rendimiento de los empleados.
También es posible que este profesional cree su propia clínica u oficina, atendiendo según su disponibilidad y enfoque, tanto en el área clínica como institucional.
Otra opción es asesorar a las empresas e incluso a los organismos públicos.
Los que actúan como psicopedagogos clínicos trabajan en oficinas y proporcionan atención individual a cada paciente.
Pero tened en cuenta: no tiene formación como médico.
Es bastante común que su cuidado se realice en colaboración con otros profesionales, como psiquiatra, logopeda o neurólogo. Todo, por supuesto, depende del caso y de las necesidades comprobadas.
Las principales atribuciones de este profesional son descubrir las causas que han provocado la dificultad de aprendizaje y ofrecer soluciones que ayuden a superar el problema.
Con una línea de acción terapéutica, también desarrollamos técnicas de remediación.
El psicopedagogo institucional, en otras palabras, trabaja con grupos de personas. Puede ser en escuelas, hospitales y empresas, por ejemplo.
Su papel puede variar de una institución a otra, pero sus obligaciones suelen implicar la evaluación de comportamientos y la identificación de factores que pueden influir en el rendimiento individual, con repercusiones colectivas.
es de perfil, vale la pena vigilar algunas características que son esenciales para la vida cotidiana de un profesional en este campo.
Integra Terapia
Reflexiones sobre la psicopedagogia
Elena Alonso
Mesa redonda: \"Amor y psique\"
Moderador: Arturo Philip