La noción de conflicto mental o intrapsíquico ha sido central en varias teorías psicológicas (p. ej., psicoanálisis) e incluso fuera del ámbito clínico (p. ej., en conceptos como el de disonancia cognitiva). Sin embargo, estos conflictos no han sido definidos en términos operacionales o mensurables. Tampoco ha sido descrita la importancia de estos conflictos con respecto a la depresión. En la Teoría de los Constructos Personales encontramos la noción de dilema implicativo para designar aquellos conflictos en los que un cambio deseado implica, en el contexto de la red de constructos que configura su sistema personal de significados, cambios no deseados en la visión de sí mismo. Cuando estos conflictos existen en un sistema personal el cambio se ve bloqueado. Dentro del Proyecto Multicéntrico Dilema se ha desarrollado una nueva forma empírica de identificar estos conflictos utilizando la técnica de rejilla. En este estudio se compara una muestra de 69 pacientes diagnosticados por trastorno depresivo mayor con 80 controles no clínicos. Se encuentra que los dilemas implicativos son más prevalentes en la muestra clínica (72,46%) que en el grupo control (40%; p < .000). Además, la frecuencia en la que los encontramos en los pacientes depresivos es más de tres veces mayor que los controles. Estos resultados plantean la posibilidad de que los dilemas implicativos tengan un papel en la etiopatogénesis y/o mantenimiento de la depresión mayor. Ello contribuiría a explicar la dificultad de estos pacientes para resolver favorablemente los estados de ánimo disfóricos.