La neurmodulación nos ofrece una respuesta en una gran variedad de patologías neuropsiquiátricas. En específico dentro del área del control y regulación del dolor, la estimulación magnética transcraneal (EMT) ha mostrado evidencias desde sus primeros años de utilización. Sus principales aplicaciones han venido en el campo del dolor neuropático y el dolor nociplástico, como en el caso de la fibromialgia. Los mejores resultados se han obtenido utilizando estimulación alrededor del 110% del umbral motor en corteza prefrontal dorsolateral izquierda de tipo excitatorio y en corteza motora primaria ipsilateral y en la localización M1 del esquema internacional 10-20 de tipo inhibitorio.
Los evidencias han sido similares cuando se han usado protocolos diarios o de un par a tres veces a la semana por 20-30 sesiones totales. La disminución en la intensidad del dolor al final de los procesos de estimulación alcanza entre el 60 al 82% con duraciones muy variables y que terminan dependiendo de las condiciones individuales de cada pacientes, ya que en esta población la afectación, las patologías causantes del dolor y las comorbilidades son extremadamente variables.
Actualmente, se debe de considerar a la EMT como una herramienta eficaz y accesible en el manejo de las patologías dolorosas de difícil evolución y control.