Este caso examina la intervención terapéutica de "Miguel", un adolescente de 15 años que enfrenta los retos del trauma complejo, manifestando síntomas de TEPT, depresión y ansiedad social. El origen de su trauma incluye una exposición prolongada a la violencia doméstica y el abandono parental. La complejidad de su situación se ve agravada por el deterioro académico y el aislamiento social, a pesar de sus inclinaciones hacia el arte y la música como formas de expresión personal.
Referido a la Clínica DITEM, Miguel participa en una intervención multifacética que combina la terapia de grupo multifamiliar (TGM) con terapias expresivas, adaptadas a sus necesidades individuales. La TGM, enfocada desde una perspectiva psicoanalítica, permite a Miguel y a su familia explorar y mejorar las dinámicas relacionales y las estrategias de afrontamiento. Paralelamente, las terapias expresivas, especialmente el arte y la música, ofrecen a Miguel un medio de comunicación no verbal para explorar y expresar sus traumas y emociones, facilitando un proceso de catarsis y autoexploración.
Después de un año de tratamiento, Miguel muestra mejoras significativas en la regulación emocional, la reintegración social y académica, y una notable reducción de los síntomas de TEPT y depresión, evidenciada por escalas estandarizadas. La participación de Miguel en exposiciones de arte y presentaciones musicales escolares refleja su creciente confianza y autoestima. Este caso subraya la efectividad de un enfoque terapéutico integrador y personalizado, resaltando el valor de las terapias expresivas y la TGM en el tratamiento de trastornos complejos en la adolescencia, y destaca la importancia de apoyar las vías de expresión creativa como parte integral del proceso de curación.