RESUMEN
Uno de los efectos devastadores que tiene la mujer que es víctima de violencia conyugal, es sentir traspasar el límite de su individualidad personal generando en ella sentimientos de inferioridad e impotencia. El hecho de ser el blanco de este delito le acarrea experiencias traumáticas como: desorganización de la conducta, incredulidad o negación de lo vivido, conmoción y depresión (Vieyra, Gurrola, Balcázar, Bonilla y Vírseda, 2009).
Para su explicación de la violencia conyugal el Modelo Transteórico de Prochaska y DiClemente plantea una serie de etapas y procesos. Tomando en cuenta que los estudios e investigaciones asociadas a la violencia conyugal están se enfocan a las consecuencias y posibles trastornos desencadenantes de la violencia cuando una mujer es víctima de violencia conyugal.
El presente trabajo tuvo como objetivo, describir las etapas y procesos de cambio en el pensamiento de mujeres sobrevivientes de violencia desde el modelo Transteórico de Prochaska y DiClemente. Se trabajó con 5 mujeres que actualmente estén separadas de su agresor. Las técnicas de recolección de información fueron la autobiografía y la entrevista a profundidad. Los resultados indican que para las mujeres, en el proceso de cambio, se consideró a la motivación como un factor importante, apoyándose de elementos como la autoconfianza, la toma de decisiones. También el cambio no fue lineal sino circular, es decir la mujer en ocasiones retrocede a etapas y procesos anteriores, sin llegar a la precontemplación para la progresión a la etapa de mantenimiento.
Palabras clave: violencia conyugal, mujeres, etapas, procesos.