Los niños en edad escolar con COVID-19 suelen tener una enfermedad de corta duración con una baja carga de síntomas, aunque un pequeño porcentaje tiene una enfermedad prolongada, según los resultados de un estudio publicado en The Lancet Child & Adolescent Health.
El análisis incluyó a 75. 529 niños de entre 5 y 17 años cuyos síntomas y duración de la enfermedad fueron notificados por un representante adulto a través de una aplicación para el móvil. El resultado primario fue la duración de la enfermedad y la carga de los síntomas en los niños que dieron positivo en la prueba del SARS-CoV-2 y en los niños emparejados que dieron negativo.
Los resultados mostraron que 1. 734 niños tuvieron un resultado positivo en la prueba del SARS-CoV-2 y una duración de la enfermedad calculable dentro del marco temporal del estudio. La mediana de la duración de la enfermedad en los niños con COVID-19 fue de seis días (rango de 3 a 11) y fue más corta en los niños más pequeños que en los mayores. Los síntomas más comunes fueron el dolor de cabeza (62, 2 %) y la fatiga (55 %).
La enfermedad prolongada (más de 28 días) se notificó en el 4, 4 % de los niños, aunque la carga de síntomas fue baja después del día 28, con una mediana de dos síntomas. Solo el 1, 8 % de los niños presentaron síntomas durante al menos 56 días.
Estos resultados indican que, aunque no es común, una pequeña proporción de niños tiene una duración prolongada de la enfermedad y síntomas persistentes, lo que pone de relieve la necesidad de asignar recursos sanitarios adecuados para ellos.