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Actualidad y Artículos | Ansiedad, Trastornos de ansiedad y relacionados con traumas y factores de estrés Seguir 157 Favorito
Prevalencia de eventos traumáticos en una población médica y paramédica
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Autor/autores: Enrique Kuper.
,Artículo,Estrés,
Artículo revisado por nuestra redacción | Estrés
Prevalencia de eventos traumáticos en una población médica y paramédica El campo del estudio del estrés traumático y su impacto en la salud mental ha crecido, diversificándose y tornándose cada vez más complejo; interconectándose con múltiples influencias. Una de las tareas vitales de los sobrevivientes a un trauma es hacerles comprender sus experiencias. Como expertos en el campo del ...
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Prevalencia de eventos traumáticos en una población médica y paramédica
El campo del estudio del estrés traumático y su impacto en la salud mental ha crecido, diversificándose y tornándose cada vez más complejo; interconectándose con múltiples influencias. Una de las tareas vitales de los sobrevivientes a un trauma es hacerles comprender sus experiencias. Como expertos en el campo del estrés traumático, nosotros necesitamos también de cada significado, necesitamos saber como nuestro trabajo encaja en un diseño general, preponderadamente preventivo, cuyo objetivo principal es reducir el impacto de estos eventos en la salud mental y general, con un modelo comprensivo para este campo en la salud pública.
Cada caso de experiencia traumática crea un legado de sufrimiento y dolor que pasa de generación en generación afectando la salud pública de cada sociedad (Represión en nuestro país,atentados a la embajada de Israel y a la AMIA).
Nuestro reto es el de iluminar la complejidad del campo del trauma y sus implicancias para los cambios en la política social y en la salud mental.
Es importante destacar los ciclos interconectados de violencia y como el trauma en un segmento de la sociedad genera experiencias traumáticas y reverberaciones en otros.
El legado de la violencia pasa por la accidentología (verdadera epidemia urbana), la violencia familiar, los desastres y las catástrofes, la victimización criminal, la violencia en el lugar de trabajo, la pobreza, el deterioro familiar, el deterioro de la salud, la pérdida del bienestar económico y de bienes, la estabilidad malgastada, el terrorismo, la guerra, entre tantos otros.
En este punto del desarrollo, también tratamos de entender cuáles son los caminos correctos para disminuir estos ciclos de violencia, por medio de la visualización basada en esfuerzos preventivos primarios, secundarios y terciarios.
Por último los ejemplos están incluidos pero no limitados: teorías fijas, violencia doméstica, transmisión intergeneracional del trauma, teorías neurobiológicas, emocionales, sociales, morales, incapacidad para aprender, innovación educacional y políticas de cambio, abuso sexual, físico y emocional de niños, el ciclo víctima-perpetrador, violencia urbana, consecuencias desastrosas de la guerra, tortura, terrorismo, accidentología, los efectos epidemiológicos del trauma y la salud mental a nivel nacional.
Otra meta es fomentar un intercambio de ideas entre los expertos en el campo del estrés traumático y los profesionales de la salud, en un esfuerzo relacionado acerca de la utilidad e implicancias del conocimiento en este campo. Siendo este multi e interdisciplinario intervienen distintos profesionales de la salud (emergentólogos, traumatólogos, anestesiólogos, cirujanos, expertos en ATLS, psiquiatras, psicólogos, psicoterapeutas, etc.), conjuntamente con expertos de campos muy diversos (agentes de seguridad, planificadores urbanos, bomberos, políticos, sociólogos, asistentes sociales, voluntarios entrenados-socorristas-, defensa civil, etc.).
Se comprende así mejor la complejidad de este campo y la necesidad de un intercambio permanente para evaluar y elaborar estrategias preventivas del impacto de este campo en la salud en general y en lo que nos compete hoy, en la salud mental en particular.
Es la intención que la aplicación del conocimiento y técnicas, eventualmente den alivio al innecesario sufrimiento de las actuales y potenciales víctimas de eventos traumáticos; o bien , damnificados por las situaciones disruptivas que llevan a la patología; ya que la victimización es una función inherente a una determinada sociedad que la utiliza necesariamente para mantener una determinada historia.
Con respecto a la metodología de estudio, se utilizó una escala de autoevaluación, creada por el autor , con respuestas intrusivas y extrusivas para medir la prevalencia de eventos traumáticos y de Trastorno de Estrés Postraumático (PTSD).Dicha escala nos ha permitido objetivar los resultados obtenidos en la muestra de campo utilizada, y además evaluar la evolución y resultados de los distintos tratamientos utilizados. El presente trabajo está realizado con el objeto de mostrar la prevalencia de eventos traumáticos en personal médico y paramédico que desempeña tareas en el área de emergentología, stress y trauma, y la evaluación de la prevalencia de la patología en este ámbito determinado y las conclusiones derivadas de ello. El ámbito de las encuestas fue el de distintos cursos dados por el autor tales como cursos de MIATRA (Módulos Intensivos de Asistencia al Traumatizado); Cursos de Socorrismo y soporte Vital; Módulos de Estrés Pos Trauma en curso de Médicos Legistas y módulos de Estrés Pos Trauma en cursos de Emergencias Psiquiátricas para Médicos Emergentólogos.
Un dato importante para tener en cuenta es el de que la provincia de Buenos Aires es la de mayor extensión de la República Argentina. Tiene 334.413 Km cuadrados donde residen 13.000.000 de habitantes lo que constituye más del 30% de la población total del país.
Esta provincia cuenta con 163 hospitales que se dividen en el ámbito municipal 119 y provincial 44 de los cuales 18 se identifican de alta complejidad y hasta hace muy poco ninguno de ellos contaba con un servicio especializado en trauma.
Es quizás el lugar del país donde ocurren la mayor cantidad de accidentes y traumas. A modo de información veamos el creciente aumento de víctimas a través de los años.
En 1996 hubo un total de egresos hospitalarios en la provincia de 518.590 pacientes y de estos 47.307 fueron por trauma (9,12%) del total y la mortalidad de este grupo de trauma fue de 6.665 (el 14%) con una distribución por edad donde el 48% lo constituyeron menores de 40 años.
En 1997 ocurren en nuestro país unas 40 muertes por día atribuibles a la accidentología, y quedan aproximadamente 120 personas diarias con secuelas invalidantes por trauma, sólo en Capital Federal de 8 a 20 hs se produce un accidente cada 20 minutos. Por todo esto, el trauma es considerado en nuestro país como una verdadera Epidemia Urbana.
Cuando un profesional médico o paramédico es protagonista de un evento traumático, dependiendo de la calidad y magnitud de dicho evento; no existe lugar aquí para que ninguna teoría, investigación o trabajo clínico lo haya preparado para entender a lo que se está enfrentando sobrevivir y trabajar para recuperarse de un desastre y/o catástrofe. Esta experiencia personal provee de una oportunidad única para desarrollar una apreciación de la naturaleza de los eventos traumáticos y de su sufrimiento.
Este aprendizaje involucra generalmente las siguientes actividades: (en orden de aparición)
1) Tendencia a las necesidades básicas para él y su familia (ej, comida, agua, refugio).
2) Ofrecimiento de ayuda a sus vecinos, amigos y colegas de trabajo para asegurar bienes y servicios básicos.
3) Observar y discutir el impacto psicológico del evento traumático con colegas profesionales, familiares, amigos y vecinos.
4) Conducir trabajos clínicos con una creciente apreciación del potencial impacto de factores ambientales; y
5) Conducir investigaciones respecto de la conexión entre eventos traumáticos (desastres naturales, por ej) y tratamientos psicológicos.
Problemas de Salud Mental atribuibles a elementos estresantes ambientales.
(Clasificaciones diagnósticas usadas a nivel mundial: CIE 10 1992.Clasificación Internacional de Enfermedades -; y DSM IV 1994. Manual de Diagnóstico y Estadística de Desórdenes Mentales.)
F-43.0: Reacción Aguda al estrés: es una condición pasajera pero severa; la cual se desarrolla tras una agobiante exposición a un evento traumático; los síntomas no están en función de un desorden preexistente y típicamente pueden ser resueltos dentro de un período de horas o días de exposición al evento causante.
F-43.1: Desorden de Estrés Pos Traumático: Es una condición severa y persistente la cual se puede desarrollar tras la exposición a un evento traumático agobiante. Los síntomas van desde lo inmediato hasta lo dilatado en el tiempo (raramente se exceden de los 6 meses seguidos a la exposición del evento). La sintomatología típica incluye intrusiones en la memoria, emociones de entorpecimiento, sentimientos de escape o evasión y un alto estado de ansiedad.
F-43.2: Desórdenes o reacciones mediatas: Angustia emocional e impedimentos funcionales que usualmente afloran dentro del mes del evento estresante. La duración de los síntomas raramente excede los 6 meses. Las presentaciones típicas incluyen reacciones depresivas, reacciones combinadas de estrés y ansiedad, perturbación de otras emociones, trastornos de conducta y trastornos que combinan desórdenes de conducta con emociones alteradas.
F-62.0: Cambios de Personalidad tras experiencias catastróficas: El cambio de personalidad es profundo, duradero y en respuesta a un evento traumático extremo. En algunos casos (no en todos), desórdenes de Estrés Pos Traumático (TEPT) (PTSD-en inglés) pueden llegar a preceder los cambios de personalidad. Los cambios de personalidad no emanan de otras fuentes que de los eventos traumáticos (ej, psicopatologías previas). Rasgos típicos incluyen hostilidad y falta de confianza, retraimiento social, sentimiento de vacío y falta de esperanza, sentimientos de ansiedad, amenaza constante y enajenamiento.
De todo el espectro de trastornos de salud mental que pueden ocurrir, probablemente el más severo y común es el TEPT (PTSD). Para su diagnóstico, el DSM IV requiere de exposición a eventos traumáticos que están asociados con intensos sentimientos de terror, desamparo u horror.
Tres tipos de síntomas son requeridos, incluyendo:
1) Un síntoma de reexperiencia (ej, recuerdos recurrentes y sueños estresantes recurrentes).
2) Tres síntomas de evasión o síntomas de entorpecimiento (ej, evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones asociadas al trauma; evitar actividades, lugares o gente que haga recordar o revivir el trauma; sentimientos de separación y alejamiento
3) Dos síntomas de despertamiento (ej, dificultad para conciliar el sueño o para mantenerse dormido, irritabilidad o enojo, respuestas exageradas de alarma.
Estos síntomas siguen a un evento traumático y persisten por lo menos durante un mes. Encontramos como especificaciones adicionales de este trastorno, respecto de sus síntomas:
1) Agudo (menos de 3 meses de duración)
2) Crónico (más de 3 meses de duración).
3) Tardío o Demorado (como mínimo 6 meses después del evento traumático).
Descubrimientos claves respecto del PTSD
* Los eventos traumáticos ocurren frecuentemente a lo largo de la vida.
* La primera ocurrencia (o vez que tuvo lugar) de un evento traumático, ocurre frecuentemente antes de los 18 años de edad.
* Los eventos traumáticos fueron casi siempre asociados con un fuerte sentimiento de terror, desamparo y horror.
* La amplitud o estrechez de la definición del evento traumático, no influyó en gran medida en la tasa de prevalencia del PTSD en la muestra del campo de prueba.
* Cambios en el nivel de síntomas no han impactado en gran medida en la tasa de prevalencia del PTSD en el campo de prueba de la muestra.
* Entre los participantes (muestra) del campo de prueba que hayan experimentado PTSD, la mayoría (70.8%) experimentó síntomas que duraron 3 meses o más.
* Si bien pueden presentarse síntomas tardíos en los casos de personas que han sufrido traumas por primera vez, esto no fue la norma o constante en la muestra; unos pocos pacientes que han padecidodePTSD(11.0%) reportaron la adaptación al evento.
Descubrimientos de investigaciones han demostrado que existe una clara relación entre la calidad, tenor o característica del evento traumático y el riesgo de problemas de salud mental. La mayor parte de esta investigación fue basada entre las respuestas vertidas por los veteranos de la guerra de Vietnam y también basada en muestras de los veteranos de la guerra en Israel. También existe una clara relación entre la calidad, tenor o posibilidad de algún tipo de control y acción durante un evento traumático y el riesgo de problemas de salud mental. No menos cierto es el hecho de que la sociedad estadounidense necesitó compensar económicamente a los sobrevivientes de la guerra de Vietnam, es por ello que esta situación influenció en los criterios del DSM IV, con los cuales muchos investigadores y especialistas, entre los que me incluyo, no están de acuerdo; esto se hizo en mi opinión para poder homologar criterios para las compensaciones económicas estatales y de las companías de seguro.
Más allá de la calidad de los eventos, las investigaciones indican claras asociaciones entre la calidad del evento y el funcionamiento de la salud mental. Una revisión del combate, delito e investigación de desastres dan cuenta que los siguientes factores incrementan el riesgo de resultados negativos en la salud mental: amenaza de muerte o daño físico, ser objeto de daño intencional, experimentar la visualización de eventos grotescos, violencia o muerte súbita de gente querida, y recibir información acerca de la exposición a una sustancia nociva (Green 1990).
Mientras que los descubrimientos del TEPT están típicamente basados en el impacto de un solo episodio, resultados similares pueden surgir de crueldades infligidas durante un período de varios años, como en el caso de los niños que son maltratados sexual, física o emocionalmente. Las víctimas de un trauma devastador pueden no ser nunca más las mismas biológicamente. No importa si fue el incesante terror de combate, la tortura o los repetidos maltratos en la infancia, o una experiencia única como quedar atrapado en un huracán o estar a punto de morir en un accidente automovilístico, aún presenciar estos eventos puede bastar. Cualquier estrés incontrolable puede tener el mismo impacto biológico. La palabra clave es incontrolable. Si la gente siente que hay algo que puede hacer en una situación catastrófica, si puede ejercer algún control, por pequeño que sea, desempeña mucho mejor emocionalmente que aquellos que se sienten profundamente impotentes. El elemento impotencia es lo que hace que un acontecimiento dado sea subjetivamente abrumador. La persona impotente es la más susceptible al posterior TEPT. Es la sensación de que la propia vida está en peligro y de que no hay nada que hacer para escapar de ello...es en ese momento cuando comienza el cambio en el cerebro.
El desarrollo del TEPT representa un infortunado resultado que debe seguir a experiencias trágicas. Víctimas de crímenes con ciertas características como violación consumada, daño físico y el hecho de percibir amenazada la vida, están asociados con un incremento en el riesgo de desarrollar TEPT. Asimismo, desastres naturales o tecnológicos han sido asociados con problemas adicionales de salud mental; lo mismo que la muerte de un ser amado, altas tasas de muertes, sentimientos de ser bloqueado de escapar, ser dañado, pérdidas de propiedad y la proximidad a la fuente de un desastre.
Las tasas de prevalencia del TEPT varían en función de la población estudiada. El 30.6% de los varones y el 26.9% de las mujeres, veteranos de la guerra de Vietnam sufrieron TEPT en algún punto de su vida después de haber servido en dicha guerra (Kulka,1991).
Un 9,2% de una muestra tomada de miembros de la Organización Para el Mantenimiento de la Salud; han experimentado TEPT durante sus vidas (Breslau 1991). La tasa de prevalencia en agentes de salud expuestos a eventos traumáticos (Norris 1992) fue del 23.6%.
En una amplia muestra a nivel nacional en USA de mujeres adultas, fueron encontradas las siguientes tasas de TEPT: 12.3% del total y el 25.8% entre víctimas de delitos (violación, intentos de acoso sexual, asalto de tipo físico, homicidio de un amigo cercano o pariente) (Resnick, 1993).
Similarmente Kilpatrick (1987) encontró que de una muestra de una comunidad de mujeres adultas víctimas de crímenes, (de un rango amplio de crímenes) el 27.8% han experimentado alguna vez de TEPT
En la presente investigación (Kuper 1999), mediante la evaluación realizada sobre un total de 328 encuestas anónimas en profesionales de la salud de servicios de emergencias a nivel provincial se encontró: que el 34.58% de la muestra han experimentado por lo menos uno de los siguientes eventos a lo largo de los últimos 10 años: robo, asalto físico, asalto sexual, muerte trágica (de familiares o de amigos causados por accidentes automovilísticos, homicidios o suicidios), combate, torturas, incendios, inundaciones y otros desastres. La mayor cantidad de eventos traumáticos se encuentra entre los accidentes automovilísticos.
Entre los encuestados, el 10.4% ha padecido TEPT en algún momento; de esta población, el 4.2% consultó un facultativo por este tema y sólo un 2% efectuó tratamiento a pesar de que el 66.3% de la muestra recordaba escenas que los habían impactado con relación a su profesión y especialidad.
Entre los distintos cuadros encontrados en la muestra podemos distinguir:
Reacciones Agudas
1.Reacciones normales
2.Reacciones anormales
2.1 inhibición, estados de estupor.
2.2 excitación, estados crepusculares, y estados confusionales.
2.3 estados de ansiedad, crisis histeriformes, reacciones de conversión.
Reacciones crónicas
1. Síndromes de Estrés pos Traumático (viejas neurosis traumáticas)
2.Reacciones anormales dando situaciones de estrés crónico (cambios de personalidad)
La evolución de problemas por estrés pos traumático ha permitido constatar la persistencia de diversos trastornos con más de 2 ó 3 años de evolución, donde se destacan:
a) Ansiedad generalizada.
b) Trastornos distímicos.
c) Cambios de la personalidad.
d) Alcoholismo.
e) Drogadicción.
En aproximadamente un 24% de la muestra se encontró fobias y trastornos somatoformes; y en un 32%, distimia, depresión y cambios de personalidad, donde se destacan las reviviscencias, la dificultad de concentración, la agresividad, los síntomas asociados, los síntomas de hiper reactividad y los de evitación.
Juegan un rol fundamental en la aparición y mantenimiento de dichas patologías, la personalidad previa, como así también el período de latencia de síntomas y de tratamiento; el rol de víctima, el beneficio secundario y las condiciones de retorno a la actividad habitual.
Dentro del perfil clínico y siguiendo a Croq, encontramos formas ricas en signosintomatología neurótica de moderada a severa y formas psicóticas. Las reacciones más comunes son las pos inmediatas (de 2 a 30 días de aparición después de la exposición al evento traumático); observándose también reacciones inmediatas luego de la exposición.
Con respecto a los medicamentos psicotrópicos en la urgencia apuntan al tratamiento del insomnio, la ansiedad y la inhibición. En cuanto a los tratamientos para los cuadros pos inmediatos de filiación distímica con signosintomatología agregada, preferimos la vieja fenitoína y la tianeptina, medicamentos que han evidenciado su rol protector y regenerador de la atrofia de espinas dendríticas de las neuronas piramidales de la región CA3 del hipocampo, provocada por la exposición prolongada al estrés,y por supuesto sertralina.
En cuanto al procesamiento sistémico lo que se sabe es que aquellos sistemas que intervienen en el procesamiento de la información que tiene que ver con la emoción y el procesamiento de la ansiedad generadora de estrés, son elementos fundamentales para entender la patofisiología de los cuadros de estrés pos traumáticos y las respuestas a los fármacos; en este caso, lo que podemos decir, es que, el eje Hipotálamo-pituitario-adrenal, aparece activado en las situaciones de estrés agudo, que provoca una importante descarga de cortisol y una importante descarga de catecolaminas; una vez concluida la reacción del trauma (el desafío generador de la respuesta del eje); el eje debe apagarse, ese es el tema fundamental; o sea, la activación del eje debe durar mientras es operativo, porque las catecolaminas descargadas ayudan a la reacción de lucha y fuga, el cortisol descargado ayuda a preservar los gastos, digamos a largo plazo de energía inútiles para la respuesta a corto plazo y permite entonces una mejor adaptación del organismo a la lucha o fuga, es decir a la respuesta conductual. El eje debe apagarse cuando termina la situación traumática, eso lleva a la capacidad de afrontamiento, pone al individuo en capacidad de poder afrontar nuevamente el estímulo estresante, la respuesta al estrés debe durar mientras dura el estrés, el sistema tiene que volver a 0; en ese volver a 0, interviene no solo el cortisol, sino también la hormona liberadora de corticotrofina, que tiene muchas acciones aparte de la liberación de corticotrofina que son independientes de esa acción, por ejemplo, efectos propios mediados por receptores CRF1 y CRF2.
El tema es que la estructura del SNC que es fundamental para el apagado del eje hipotálamo-pituitario-adrenal (HPA) es el hipocampo, sobre todo, las células CA3 del hipocampo, intervienen en el apagado o shutt-off del eje HPA; cuando se produce una situación de estrés inescapable o repetición sistemática del estrés, a través de la acción mediada por receptores NMDA y serotonina, se produce una atrofia o remodelación del árbol dendrítico de la célula CA3, es decir, estas células son lesionadas en cierto modo con la presencia de glucocorticoides y serotonina, lo cual se traduce en una remodelación de árbol dendrítico de la célula CA3, que entra entonces a atrofiarse, la atrofia de la célula CA3, impide el apagado del eje HPA, lo que genera más incremento de cortisol y por consiguiente más atrofia de la célula CA3, con hipercortisolemia y todo lo demás; son los elementos neurobiológicos que acompañan estos cuadros; los antidepresivos esencialmente, uno de los efectos primarios que tienen es un efecto genómico, todos estos cuadros de hipercortisolemia cursan con disminución o down regulation de los receptores a glucocorticoides, esos receptores están down regulados y se nota porque el individuo se vuelve no supresor a la dexametasona, es decir, no es capaz de detectar los niveles de dexametasona y por consiguiente generar la disminución del cortisol. Uno de los efectos genómicos más rápidos de los ATD es inducción de la síntesis del receptor a glucocorticoides.
De estos conceptos podemos extractar algunas ideas claves.
Ideas Claves: (modificado de Barthold Bierens de Haan) Los intervinientes médicos, paramédicos, voluntarios y socorristas, trabajan en situaciones de catástrofe y de conflictos cada vez más violentos; por ende, la carga individual y colectiva, de las emociones y de las reacciones de estrés que llevan sobre sus hombros es cada vez más pesada.
Hoy día se admite, que por el bien de las víctimas, vale la pena prestar más atención a los que brindan atención. Ahora bien, si todo el mundo parece estar convencido de la certeza de esta sentencia, queda un punto por dilucidar: ¿Cómo hacerlo eficazmente para los intervinientes de los distintos equipos en la zona de conflicto?. El debriefing de grupo, tal como fuera formalizado por Mitchell (Debriefing narrativo) parece ser la técnica ideal para controlar las diferentes formas de estrés que surgen durante una misión o una intervención en catástrofes y/o desastres, y para disminuir las reacciones dolorosas y para sanar heridas psíquicas.Mayor relevancia adquiere el Defusing y el Debriefing expresivo propuesto por Lebigot Sin embargo hay que respetar una condición: para ser útil esta medida debe practicarse siguiendo los principios de Salmon, es decir, interviniendo en el lugar del hecho, de forma inmediata y simple y esperando un pronto restablecimiento.
Algunos autores se han interrogado recientemente sobre la utilidad del debriefing de grupo y su eficacia para prevenir trastornos a largo plazo como el trastorno de estrés pos traumático (TEPT), Bisson y Deahl sugirieron que este debriefing no carecía de ciertos riesgos, sobre todo si era algo que se imponía a las supuestas víctimas. Hoy día hay consenso generalizado que las técnicas de Debriefing no deben ser utilizadas para los trastornos demorados, ya que aquí cobra importancia la cohesión del grupo.
Diferentes formas de estrés pueden afectar a los profesionales médicos y paramédicos de los distintos equipos que se comprometen en situaciones de conflicto armado o de catástrofes. Como tantos otros, socorristas, policías, bomberos o militares afectados a una tarea humanitaria, ellos trabajan en un entorno a veces hostil, a menudo violento, sin experiencia, sin verdadera preparación ni protección psicológica. A su regreso, el impacto de este entorno sobre su salud será en general más preocupante en el plano mental que en el físico.
En este aspecto, para el personal médico y paramédico, como así también para los intervinientes humanitarios (bomberos, policías, socorristas, etc.) es sabido que las vivencias traumáticas . Es importante destacar en este punto, la introducción en el campo del estrés traumático el concepto de vivencia disruptiva, en contraposición al acento que pone el DSM IV en el hecho traumático; al utilizar este concepto de vivencia disruptiva, se pone el acento en el aparato psíquico del sujeto y en su forma peculiar de vivencia, ya que no todo lo estresogénico es traumatogénico, no tienen el mismo peso que las vivencias acumulativas (estrés acumulativo), menos importante a su vez que el estrés de base. Para ellos, las tensiones y los conflictos generados en el seno de equipos que no se conocen (un hecho importante es que los equipos intervinientes en catástrofe y/o desastres son equipos virtuales de expertos, preparados específicamente para esas situaciones, y que generalmente tienen choques y/o enfrentamientos con los equipos reales, locales o no, que también intervienen en el mismo suceso ; originan más problemas que las reacciones emocionales asociadas a los traumatismos.
Consecuencias neurobiológicas del estrés y sus implicancias clínicas (modificado de Zieher y col.)
El estrés produce alteraciones agudas y crónicas en la función noradrenérgica cerebral.
El aumento de la liberación de CRH es el mayor componente en la respuesta al estrés.
Estudios preclínicos sugieren que experiencias tempranas adversas en la vida producen cambios a largo plazo en los sistemas cerebrales noradrenérgicos y del CRH.
El estrés psicológico está asociado con el daño al hipocampo el cual esta mediado, en parte, por la exposición elevada a glucocorticoides.
La fijación de memorias de tipo traumáticas se relaciona con el grado en el cual las catecolaminas y los glucocorticoides son activados por las experiencias traumáticas.
Una variedad de investigaciones clínicas indican que pacientes con PTSD y episodios de pánico tienen una respuesta aumentada en los sistemas noradrenérgicos centrales.
Estudios preliminares han demostrado que pacientes con PTSD tienen elevados niveles de CFS, CRH y una respuesta directa de ACTH a CRH. Antagonistas de CRH pueden representar una nueva clase de ansiolíticos.
Existen períodos críticos en el desarrollo en donde los estresores tienen un particular y potente efecto en las funciones cerebrales. Tomando la prevalencia de traumas en la niñez, son muy necesarios los estudios clínicos respectivos.
Investigaciones clínicas que utilizan imágenes por resonancia magnética indican que pacientes con PTSD han reducido el volumen hipocampal. Para determinar si estas observaciones son reversibles y que son debidas a estrés agudo o crónico se requieren aún más estudios.
Estudios terapéuticos que utilizan drogas que reducen la función noradrenérgica o de los glucocorticoides pueden tener efectos beneficiosos en la codificación, consolidación o recuperación de las memorias traumáticas.
Conclusiones
Ha habido un interés creciente y substancial en el tema del estrés traumático en comparación con el siglo pasado.
Los eventos traumáticos no son raros ni tampoco inusuales a través del curso de la vida.
Un rango de patrones, desde la no-existencia de desórdenes de salud mental puede seguir al hecho de estar expuestos a eventos traumáticos.
El TEPT es el trastorno de salud mental más común y severo que puede seguir a la exposición de un evento traumático.
Eventos traumáticos más intensos (ej, involucrase en un daño físico, amenaza de vida, muertes) están asociados con un incremento en el riesgo de desarrollar TEPT. La sintomatolgía del TEPT puede ser crónica (puede durar años; ej, Shoa).
El TEPT, frecuentemente co-ocurre con otros trastornos de salud mental (paradigma de comorbilidad); pero así y todo es necesario en esta área una mayor y profunda investigación con ejemplos representativos.
Han sido propuestos muchos modelos conceptuales (psicológicos, biológicos e integrativos) respecto de la etiología y mantenimiento de los síntomas de TEPT.
Los modelos cognitivos y biológicos, si bien aportan explicaciones parciales respecto de la etiología y mantenimiento del TEPT; colaboraron muchísimo para su entendimiento y tratamiento. Los mecanismos adaptativos neurofisiológicos del estrés, deben durar lo que dura el estrés.
La tendencia actual apunta hacia modelos conceptuales que integran factores psicológicos, sociales y biológicos contribuyendo a la etiología y mantenimiento del TEPT.
Optimas intervenciones en salud mental para víctimas de trauma están caracterizadas por un número de caracteres distintos en general.
Optimas intervenciones se focalizan en la prevención de la exposición a un trauma y/o limitando los efectos negativos en salud mental producto de una exposición a un trauma.
Optimas intervenciones se mantienen focalizadas en la expresión y discusión de memorias, pensamientos y sentimientos asociados a vivencias traumáticas.
Optimas intervenciones (o tratamientos) enseñan de la necesidad del manejo de la ansiedad y de otras habilidades (habilidades en el campo social, habilidades relacionadas con el empleo, etc.), de víctimas de trauma.
Optimos tratamientos buscan asesorar y mejorar un rango de recursos internos(sentido de control, autoestima, etc.), y externos (empleo, apoyo social, etc.) a las víctimas de traumas.
Optimos tratamientos asesoran e intentan corregir el desarrollo de problemas creados por exposiciones traumáticas tempranas o anteriores.
Optimos tratamientos intentan integrar factores psicológicos, sociales y médicos para el manejo y resolución de síntomas.
El control del estrés en los equipos médicos y paramédicos.
En suma a las víctimas directas de eventos traumáticos, trabajadores de servicios de emergencia, como la policía, bomberos, equipos de paramédicos y los mismos profesionales; son repetidamente expuestos a accidentes, incendios, catástrofes, desastres y escenas de crímenes. Ellos deben ser testigos de estas horribles realidades y vivir con las memorias que acompañan y siguen a dichos eventos.
Estos trastornos son vistos en muy diferentes fases del pos trauma; que van desde la ocurrencia años después de la adolescencia hasta la inmediata victimización/damnificación tras un evento traumático.
Las reacciones emocionales del estrés, son reacciones normales frente a situaciones anormales.
Cada uno reacciona ante el estrés según un modo personal y particular.
Cada uno es responsable por el buen manejo de sus emociones.
El control y el tratamiento de las reacciones de estrés son responsabilidad del jefe del equipo.
Después de un incidente crítico, la ayuda debe ser ofrecida inmediatamente, en el lugar del hecho, de manera simple y con la esperanza de pronta restitución.
Hay que recurrir al defusing o al debrifing individual o de grupo cada vez sea posible. Siempre y cuando lo hagamos de manera precoz, prefiriendo en nuestro equipo el modelo expresivo propuesto por Lebigot.
El tratamiento farmacológico de urgencia debe ser instituido lo más precozmente posible, de una manera racional en su uso y apuntando a la supresión de la signosintomatología aguda como a la prevención de las consecuencias tardías si la situación lo requiere.
La expresión precoz de las emociones asociadas al trabajo humanitario debe considerarse como prioritaria. Es importante destacar que así como un socorrista sabe brindar los primeros auxilios, cuando hay una herida física, limpiándola y vendándola, aquel que interviene luego de una herida psíquica, debe abrir esta herida, permitiendo la evacuación de las emociones. Luego de esta primera intervención, la cicatrización puede seguir su curso. Cuando se produce una herida psíquica, la expresión de las emociones no es peligrosa; lo que es más, esta expresión alivia, como el lavado y la desinfección de las heridas atenúan el dolor y facilitan su cura.
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