La cultura, entendida como un conjunto de normas y hábitos que construyen el comportamiento de una sociedad, entra con cierta frecuencia en choque con otras formas de pensamiento cuando se produce el fenómeno de la inmigración. El catedrático de Psiquiatría del País Vasco, José Guimón, habla entonces de la psicopatología de la inmigración, un tema de máximo interés dado que, si bien el 12,9% de la población mundial tiene síntomas psicóticos, sólo la tercera parte reúne criterios de enfermedad psiquiátrica según los sistemas diagnósticos actualmente utilizados. Esto se explica porque, para que esos síntomas produzcan conductas de búsqueda de ayuda su nivel debe superar un umbral variable según la aceptación de cada sociedad. Por ello se dice que hay una construcción social de la conducta. Y es precisamente ésa la que afecta de modo notable a los inmigrantes.
Estudios recientes han demostrado que la soledad y el alejamiento de la familia, el estrés y las situaciones de precariedad, los inconvenientes para la adaptación a las nuevas costumbres y cultura del país de acogida, los problemas para entender y hacerse notar en un nuevo idioma o la edad en la adaptación (suele tratarse de personas adultas jóvenes) son circunstancias que han de medirse a la hora de valorar la situación mental del inmigrante.
Con el fin de adaptarse a estas peculiaridades, el profesor José Guimón avala la Unidad de Psiquiatría Transcultural, creada en 1994 en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad del cantón de Ginebra, en el que existe un 37 % de población extranjera. La experiencia de aquel país recomienda evitar la creación de dispositivos específicos para extranjeros porque tienden a crear paradójicamente una nueva discriminación respecto a los nativos. En cambio resulta de gran utilidad la consulta transcultural, un lugar en el que especialistas en esta rama de la psiquiatría repasan, junto a psiquiatras y psicólogos de la red pública, casos enviados por éstos.
La Psiquiatría cultural intenta definir el impacto de la cultura en el diagnóstico y el tratamiento de los trastornos psiquiátricos. Sus focos de interés son el estudio de los cuadros psicopatológicos derivados del estrés, la comprensión de los factores culturales protectores que pueden producir una disminución de la psicopatología, el cambio de los síntomas según las culturas, la tolerancia mayor de algunas culturas hacia los inmigrantes, que disminuye el estrés de éstos, el fenómeno de la aculturación los proceso de adaptación de la emigración a los cambios culturales- o la nueva forma en que se presentan los síntomas o el distrés, las diversas reacciones psicológicas que aparecen durante el periodo de adaptación a los acontecimientos estresantes. Estas son expresadas con una gran variedad de síntomas psicológicos como ansiedad, depresión, obsesiones u hostilidad.
Un problema específico dentro de la relación entre inmigración y psiquiatría es la de la selección y formación de intérpretes de idiomas poco usuales que son muy necesarios para que los inmigrantes puedan informar al profesional de los síntomas y sensaciones que padecen. Sin ese buen conocimiento de los síntomas, los inmigrantes son frecuentemente mal diagnosticados y tratados, sin una terapia acorde a sus síntomas. Además, en ocasiones se producen obstáculos de competencia cultural (falta de conocimientos de su entorno sociocultural) y el propio enfermo no conoce las posibilidades de este tipo de terapias, toda vez que en su cultura no se ponen en práctica.
Además, el estudio de la psicopatología de los inmigrantes permite avanzar hacia el establecimiento de una asistencia psiquiátrica culturalmente correcta que debe detectar la emergencia de problemas mentales debidos al estrés de la inmigración, mejorar las conductas de búsqueda de ayuda para superar las barreras, evitando la infrautilización de algunos dispositivos y la utilización excesiva de la hospitalización, ajustar la atención después del tratamiento y promover la reintegración social que permite una mejor curación o control de la enfermedad.
Los últimos informes manejados al respecto de la salud mental de los inmigrantes, desvelan que los estados de agitación, las autoagresiones como intentos de suicidio y el abuso de los tóxicos son motivos destacados de consulta en estos colectivos de inmigrantes. Dentro de la literatura científica psiquiátrica, se maneja, asimismo, el término Síndrome de Ulises que afecta a la población inmigrante y que consiste en un estrés crónico y múltiple, derivado de la lejanía de persona de su propio entorno.
Estos temas serán analizados durante los días 15 y 16 de abril en un Congreso sobre Psicopatología de la inmigraciónque se celebrará en la Clínica de la Concepción de Madrid. La mesa redonda de apertura del Congreso, presidida por el Dr. José Guimón, catedrático de Psiquiatría del País Vasco, tiene como tema Migración y estrés y en ella participan el Dr. González de Rivera, jefe del Servicio de Psiquiatría de la Concepción y organizador de la reunión, El Dr. Rojas Marcos, profesor de la Universidad de Nueva York y el Dr. José Manuel Torrecilla, Gerente de Madrid Salud, del Ayuntamiento de Madrid.