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03/11/2014
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ong>Resumen:
El hecho de que los factores de riesgo medidos en la mediana edad no pueden explicar plenamente el futuro riesgo de demencia implica exposiciones que actúan antes en la vida. La altura puede capturar la enfermedad temprana en la vida, la adversidad, la nutrición y el estrés psicosocial.
El objetivo de este estudio es investigar la asociación poco explorada entre la altura y la muerte en demencia.
Para ello se empleó un meta-análisis de participante individual con 18 estudios de cohorte prospectivos de población general con metodologías idénticas (1994-2008, n = 181 800).
Los resultados en el seguimiento de la media durante 9,8 años dieron lugar a 426 y 667 muertes por demencia en hombres y mujeres respectivamente. Las alturas medias fueron 174,4 cm (DS = 7,3) para los hombres y 161,0 cm (DS = 6,8) para las mujeres. En análisis teniendo en cuenta múltiples covariables, el aumento de la altura estaba relacionada con tasas más bajas de mortalidad por demencia en un patrón de dosis-respuesta (P?0.01 para la tendencia). Hubo evidencia de un efecto diferencial por sexo (p = 0,016 para la interacción). De este modo, la asociación observada en los hombres (razón de riesgo por disminución ds de altura 1,24, 95 % CI 1,11-1,39) fue notablemente más fuerte que la aparente en las mujeres (HR = 1,13, IC del 95 % 1.3 a 1.24).
Así pues las conclusiones son que las circunstancias de la vida temprana, referenciadas por la estatura adulta, pueden influir en el riesgo de demencia más tarde.
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The British Journal of Psychiatry