La pérdida de sueño se asocia con un mayor riesgo de obesidad, como lo demuestran las correlaciones entre la duración del sueño y el cambio en el índice de masa corporal o el porcentaje de grasa corporal. Mientras que estudios previos vincularon este aumento de peso con parámetros endocrinos perturbados después de la privación o restricci&oac...