Según la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), más de 450000 personas en España sufren obesidad mórbida.

El doctor Antonio Torres, jefe del Servicio de Cirugía del Hospital Clínico de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO) señala que unas 6000 personas con este problema pasan cada año por el quirófano y la reducción de estómago mediante cirugía bariátrica es la única alternativa para mejorar la calidad de vida de estos enfermos.



Torres advierte que los operados viven una media de quince años más que los que no lo hacen.



Según la SEEDO, hay más mujeres que hombres, en un porcentaje del 75 frente al 25.



Se considera obesidad mórbida cuando el índice de masa corporal (IMC) es superior a 40.



El Índice de Masa Corporal de una persona se obtiene al dividir su peso en kilos por la altura en metros al cuadrado.



Cuando el IMC es inferior a 18,5 se habla de peso insuficiente, de normal cuando el resultado no alcanza el 25 y de sobrepeso con 30. Superada esta cifra la persona es obesa.



Según la última Encuesta Nacional de Salud, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, el 37,8% de los españoles mayores de 18 años tiene sobrepeso y otro 15,6% es obeso. En la población de entre 2 y 17 años los porcentajes se sitúan en 18,7% y 8,9%, respectivamente.



El doctor Xavier Formiguera, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, piensa que más de la mitad de los españoles tengan sobrepeso supone un problema sanitario de envergadura.



Según la Organización Mundial de la Salud, el tratamiento de la obesidad es la epidemia del siglo XXI y en España supone el 7% del total del gasto público sanitario.



Según datos del Ministerio de Sanidad y Consumo, en 2006 (último ejercicio cerrado) en los hospitales del sistema público de salud fueron operados 1.969 enfermos de obesidad mórbida. En 2000, las operaciones sumaron 836. En 2003 ya eran el doble.



Tan importante es el pre- operatorio como los meses posteriores, durante los cuales el obeso puede perder entre un 40 y un 75 por ciento de su peso.



Bárbara Lorence, psicóloga y profesora en la Universidad de Sevilla, considera que la intervención de los profesionales de su especialidad debería producirse antes y después de la operación. La adaptación del enfermo a su nueva vida requiere de ayuda psicológica y así evitaríamos recaídas futuras.



Lorente afirma que esta enfermedad no parece estar asociada a un trastorno psiquiátrico concreto pero se observa un alto porcentaje en estos enfermos de rasgos de personalidad dependiente y obsesivo- compulsivo.