Propósito de la Revisión
El fenómeno del síndrome de retraimiento social, conocido en Japón como "hikikomori", ha sido ampliamente estudiado desde finales de los años 1990, particularmente en zonas urbanas donde parece ser más prevalente. Este comportamiento, que a menudo coexiste con trastornos mentales, ha ganado notoriedad global y su comprensi&...
Propósito de la Revisión
El fenómeno del síndrome de retraimiento social, conocido en Japón como "hikikomori", ha sido ampliamente estudiado desde finales de los años 1990, particularmente en zonas urbanas donde parece ser más prevalente. Este comportamiento, que a menudo coexiste con trastornos mentales, ha ganado notoriedad global y su comprensión se ha vuelto aún más pertinente en el contexto post-pandémico de COVID-19.
En un mundo donde el aislamiento ocasional ha sido normalizado, la distinción entre el hikikomori patológico y no patológico se vuelve crucial. Esta revisión busca actualizar el concepto de hikikomori y explorar los avances recientes en métodos para su identificación y comprensión.
Hallazgos Recientes
Recientemente, se ha propuesto una nueva definición de hikikomori para diferenciar entre casos patológicos y no patológicos.
Esta diferenciación es fundamental en la era actual donde el retraimiento puede ser tanto una elección de estilo de vida como una manifestación de un problema de salud mental subyacente.
La Universidad de Kyushu ha desarrollado una herramienta, la escala de "Evaluación de diagnóstico de Hikikomori (HiDE)", diseñada para ayudar en este diagnóstico.
Según una encuesta online dirigida a adultos no activos laboralmente, aquellos que experimentaron hikikomori patológico por menos de tres meses mostraron una inclinación significativa hacia comportamientos como el trastorno por juego y síntomas de depresión.
Importancia de la Detección y Apoyo Temprano
Más allá de la conceptualización del hikikomori, es imperativo entender que el aislamiento físico en sí mismo no es necesariamente patológico.
Sin embargo, cuando el retraimiento social conlleva disfunción y angustia significativas, es crucial la intervención temprana y efectiva en salud mental.
La nueva realidad urbana y globalizada exige el desarrollo de sistemas eficaces para monitorear y evaluar la calidad de vida de las personas que optan por permanecer en sus hogares, distinguiendo entre aquellos que están satisfechos con su aislamiento y aquellos que están sufriendo.
Conclusión
La revisión del hikikomori en la era post-COVID-19 no solo redefine el entendimiento de este síndrome sino que también recalca la necesidad de estrategias preventivas y de apoyo para aquellos afectados por el aislamiento social patológico.
En este sentido, tanto profesionales de la salud como formuladores de políticas deben estar equipados para identificar y manejar estos casos con el fin de prevenir complicaciones de salud mental más severas, ofreciendo así un marco más comprensivo y empático hacia el fenómeno.
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