La llegada de agosto, el mes más veraniego por excelencia, suele ser una época de mayor desconexión y en la que muchos aprovechan para organizar sus vacaciones. Sin embargo, esta 'paz' que transmite el octavo mes del año no es tanta para los aspirantes MIR, que se encuentran en plena preparación del examen y solo pueden "desconectar" una semana. Los planes de playa o piscina, viajes familiares o con amigos, e incluso las fiestas de los pueblos, todo esto puede llegar a un 'desequilibrio MIR' y a unos errores que se deben evitar para superar con éxito el examen del próximo 20 de enero.
Fernando de Teresa, director académico de CTO, asegura que una de las primeras "problemáticas" de preparar el MIR en verano es que, durante casi todo el estudio MIR, el aspirante tiene por costumbre trabajar en un entorno más controlado. "Ya sea en casa o en la biblioteca, todos los miembros de la familia suelen tener una rutina habitual, mientras que en la época de verano la situación cambia porque es una situación distinta en cuanto al enfoque del estudio, ya no es la universidad con exámenes periódicos, sino que pasa a ser una preparación a medio o largo plazo", especifica.
Esto lleva también a un cambio del espacio de estudio, si no está "bien acondicionado" puede desajustar la cocentración del estudiante. "El entorno está un poco más alterado con planes de vacaciones, con amigos que invitan a barbacoas, fiestas, viajes, etc., y en la biblioteca por ejemplo, hay distintos horarios o incluso cierran en agosto", indica. Con ello, el principal problema MIR en verano es, no tanto la motivación del estudiante, sino con el cambio en las "reglas del juego" a la hora de enfrentarse a un nuevo lugar de estudio o un entorno alterado.
Las "rupturas sentimentales" de la vida social MIR
De Teresa añade una nueva característica a los potenciales errores que pueden darse en el verano MIR, las "rupturas sentimentales", que suelen darse de forma más habitual en la primera fase de preparación. El cambio de situación que lleva a limitar la vida social de los aspirantes, puede no llegarse a entender desde fuera: "Todavía te quedan seis meses para el examen, ¿cómo es que no puedes tomarte un día libre?", comenta De Teresa que esta suele ser la pregunta de muchos y que pone en una situación difícil al aspirante que se encuentra en una 'encrucijada' entre los planes de verano y el estudio del examen.
El periodo vacacional hace que tanto amigos o parejas también tengan una "realidad diferente" de hacer planes, y "pueden existir riesgos de que haya un distanciamiento o que se dé un problema en la comprensión de cada uno en las circunstancias del otro". "Esta concreta ruptura sentimental, que a veces es más ligera y a veces es bastante traumática, influye en la concentración y en el desempeño diario", especifica el director académico de CTO.
'Plan CTO' para resolver los errores MIR del verano
Desde CTO insisten en que cuentan con un plan para que puedan "trabajar mejor en verano y para escucharles", una parte muy importante para garantizar el éxito en la preparación MIR. "Tenemos conversaciones con los que tienen problemas personales, les planteamos una solución. Más que arreglarles de forma mágica el problema por el que están pasando, tratamos de escucharles, comprenderles, que sepan que lo que les está pasando a ellos no es algo excepcional, sino que es algo que sucede con frecuencia y que luego se puede solucionar, ponerles ejemplos de gente que ha pasado por esa misma situación y que después han conseguido un buen resultado y han conseguido su plaza en el MIR", describe De Teresa. Por otra parte, la planificación que gestionan con los estudiantes durante el verano, lo que intenta y lo que persigue fundamentalmente es que ellos "tengan muy claro el plan que tienen de estudio cada día".
Los primeros meses de la preparación profesional del MIR, que empieza aproximadamente desde final de junio, son los "más complicados", porque todavía el examen se alejado y puede haber alumnos que tengan "mayores problemas" para poder concentrarse y poder organizarse. Desde la academia, tanto en la planificación, los materiales que les preparan, como también en el asesoramiento tratan de "estar al lado del aspirante". "Es insistirles mucho en que solo tienen que centrarse en su trabajo, que este trabajo diario es importante y que ellos sientan que está todo perfectamente organizado, perfectamente planeado y que no tienen que preocuparse de nada más, eso es lo fundamental", especifica.
De Teresa reconoce que hay una primera fase llamada "fase de adaptación" a la preparación profesional del MIR, una etapa segunda de "dificultad a la hora de saber manejarse con la frustración" y también los aspirantes pasan por otra fase en la que, resulta más difícil mantener la concentración por todo el entorno y los planes vacacionales. "Nuestro compromiso es prepararles para aguantar todo eso hasta la tercera semana de agosto, momento en el que les dejamos vacaciones y les prohibimos prácticamente que durante ese período vacacional hagan alguna actividad docente", concluye.