El presente estudio examina cómo los factores contextuales influyen en el uso de conductas de seguridad y cómo estos afectan las emociones positivas en personas con trastorno de ansiedad social (TAS). Un total de 88 participantes participaron en el estudio, divididos en dos grupos: 44 de ellos cumplieron con los criterios de diagnóstico para TAS, mientras que los otros 44 no p...
El presente estudio examina cómo los factores contextuales influyen en el uso de conductas de seguridad y cómo estos afectan las emociones positivas en personas con trastorno de ansiedad social (TAS). Un total de 88 participantes participaron en el estudio, divididos en dos grupos: 44 de ellos cumplieron con los criterios de diagnóstico para TAS, mientras que los otros 44 no presentaban este trastorno.
Mediante el uso de modelos lineales multinivel, se encontró que tanto las personas con TAS como aquellas sin el trastorno tendían a utilizar más conductas de seguridad cuando interactuaban con personas con quienes mantenían una relación distante, en comparación con las interacciones con personas cercanas. Sin embargo, este efecto fue significativamente más pronunciado en las personas con TAS, lo que sugiere que el grado de cercanía en la relación social influye en mayor medida en aquellos con ansiedad social.
Además, se descubrió que la ansiedad social moderaba de manera significativa la relación entre el uso de conductas de seguridad durante las interacciones sociales y las emociones positivas experimentadas. Específicamente, las personas con niveles más altos de ansiedad social reportaron niveles más bajos de emociones positivas cuando emplearon conductas de seguridad.
Este hallazgo sugiere que, aunque las conductas de seguridad pueden servir como una estrategia para manejar la ansiedad situaciones sociales, también pueden tener el efecto contraproducente de disminuir las emociones positivas en personas con alta ansiedad social.
Las implicaciones de estos hallazgos son importantes tanto para los modelos teóricos de psicopatología como para el tratamiento del TAS.
En términos de teoría, los resultados respaldan la idea de que las conductas de seguridad, aunque inicialmente pueden parecer útiles para las personas con ansiedad social, pueden perpetuar o incluso exacerbar el malestar emocional a largo plazo.
En el ámbito del tratamiento, estos hallazgos sugieren la importancia de abordar el uso de conductas de seguridad en las terapias para el TAS, como la terapia cognitivo-conductual, para ayudar a los pacientes a desarrollar formas más adaptativas de manejar la ansiedad en situaciones sociales. y, al mismo tiempo, promover la experiencia de emociones positivas.
En resumen, este estudio resalta la complejidad del uso de conductas de seguridad en el TAS y su impacto en el bienestar emocional, subrayando la necesidad de enfoques terapéuticos que abordan no solo la reducción de la ansiedad, sino también el fomento de las emociones positivas en contextos sociales.
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