Antecedentes
La artritis inflamatoria se refiere a un grupo de enfermedades que presentan dolor, rigidez e inflamación en las articulaciones. Por otro lado, el trastorno depresivo mayor es un trastorno de salud mental caracterizado por anhedonia y bajo estado de ánimo.
Los pacientes con artritis inflamatoria muestran altas tasas de trastorno depresivo mayor, estimadas en hasta un 3...
Antecedentes
La artritis inflamatoria se refiere a un grupo de enfermedades que presentan dolor, rigidez e inflamación en las articulaciones. Por otro lado, el trastorno depresivo mayor es un trastorno de salud mental caracterizado por anhedonia y bajo estado de ánimo.
Los pacientes con artritis inflamatoria muestran altas tasas de trastorno depresivo mayor, estimadas en hasta un 38, 8%. La depresión en estos pacientes conduce a una reducción significativa de la calidad de vida relacionada con la salud, la adherencia al tratamiento y diversas otras medidas de salud, tanto subjetivas como clínicas.
Objetivo del estudio
Esta revisión de la literatura explora el efecto de la depresión sobre la respuesta al tratamiento de los fármacos utilizados en la artritis inflamatoria.
Métodos
Se realizó una búsqueda sistemática utilizando PubMed para identificar artículos relevantes. Los estudios seleccionados fueron revisados por su relevancia y elegibilidad, centrándose en aquellos que investigaban la interacción entre la depresión y la respuesta al tratamiento en pacientes con artritis inflamatoria.
Resultados
La depresión se asocia negativamente con la respuesta al tratamiento de todas las clases de fármacos utilizados para controlar la artritis inflamatoria.
Los pacientes con depresión mostraron un aumento de la actividad de la enfermedad y/o un mayor número de articulaciones hinchadas y dolorosas, así como una tasa reducida de remisión en comparación con los pacientes que no presentaban depresión.
No obstante, este efecto sobre la respuesta al tratamiento fue menos claro cuando se estudiaron los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad sintéticos convencionales.
Esto podría deberse a que los efectos antiinflamatorios de estos fármacos tienen un impacto más amplio en todo el sistema inmunológico, en contraste con los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad biológica, que tienen objetivos muy específicos.
Conclusión
Los pacientes con artritis inflamatoria presentan una respuesta significativamente reducida a la mayoría de los fármacos cuando también sufren de depresión.
La detección y el tratamiento de la depresión pueden atenuar esta asociación negativa. Por lo tanto, se recomienda que la investigación futura se enfoque en la detección y tratamiento de la depresión en pacientes con artritis inflamatoria, con el objetivo de mejorar su respuesta al tratamiento y, en consecuencia, su calidad de vida.
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