A consecuencia de la pandemia de la Covid-19, IPSOS, una empresa multinacional de investigación de mercados, ha lanzado diversas encuestas con el propósito de indagar acerca de las opiniones de la población respecto a los principales asuntos relacionados con la salud. Durante el año 2022, el enfoque se ha centrado en evaluar la inquietud en torno a los temas de salud mental en un total de 34 naciones.
Los resultados obtenidos revelan que Suecia es el país donde se registra la mayor inquietud con respecto a la salud mental. Específicamente, el 63% de los ciudadanos suecos identifican los trastornos psicológicos como el problema de salud predominante en su país. Otros países que también mostraron altos niveles de identificación de enfermedades mentales como el principal problema de salud incluyen a Chile (62%), Irlanda (58%) y Portugal (55%).
PUBLICIDAD
España se encuentra en quinto lugar en la lista, empatada con Estados Unidos en el mismo porcentaje. Aproximadamente la mitad (51%) de los españoles y estadounidenses consideran que los trastornos psicológicos son el principal problema de salud en sus respectivos países. Brasil (49%), Suiza (48%), Canadá (46%) y Colombia (46%) completan la lista de los 10 países con mayor preocupación por la salud mental.
La problemática de la salud mental: un fenómeno en ascenso y globalizadoLos resultados de este estudio adquieren especial relevancia al evidenciar el aumento de los problemas de salud mental en los últimos años, así como su impacto en la vida cotidiana de las personas. A nivel global, la media indica que el 36% de la población mundial considera que los trastornos mentales son el principal problema de salud en la actualidad.
Estos hallazgos reflejan un incremento de 5 puntos porcentuales en comparación con los datos obtenidos tan solo un año antes, en 2021, situando así la salud mental como la segunda preocupación más destacada, después del coronavirus y, sorprendentemente, por delante del cáncer.
Por otra parte, también se evidencia que los trastornos psicológicos son un problema de salud extendido a nivel mundial. Aunque los países europeos, sudamericanos y norteamericanos parecen ser los más preocupados por estas cuestiones, los datos a nivel global muestran resultados muy diversos entre países de distintas regiones del mundo.
