Uno de los retos a los que se enfrentan los Servicios que tratan con pacientes de salud mental es reducir el uso de contenciones mecánicas en pacientes, hasta llegar a la 'contención cero'. Un objetivo para el que es necesario encontrar una manera de dignificar el trato a los pacientes mientras se preserva la integridad del personal sanitario. Hablamos de situaciones en las que médicos, enfermeras y el resto del personal que trabaja en estas áreas deben tener herramientas para tratar con pacientes que pueden estar agitados, nerviosos o agresivos de la manera menos invasiva posible; un desafío que pasa por un impulso de la formación.
Manuel Martín Carrasco, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (Sepsm), explica a Redacción Médica que "las contenciones pueden ser necesarias en algunos casos" pero que "evidentemente" tienen que seguir una serie de criterios estrictos y seguir la indicación de "solo ser utilizadas cuando no hay otra alternativa y las consecuencias de su no uso sean graves". Además, indica la importancia de que tengan "una utilización proporcional", así como "que cumplan las garantías de la dignidad personal".
"Nadie quiere utilizarlas, que sería lo ideal, pero no podemos evitar reconocer que a veces siguen siendo necesarias y se utilizan", indica y recuerda que aunque el objetivo es llegar a esa contención cero, "no se puede negar que este es el momento en el que están ahora".
Más herramientas para evitar una agresión
Pedro es enfermero y sufrió una agresión por parte de un paciente en el Servicio de Psiquiatría. Una situación que, según relata a este periódico “podría haberse evitado, o al menos, gestionado mejor”. ¿La clave, en su opinión? La necesidad de formación del personal para poder tener más herramientas y recursos con los pacientes de salud mental.
"Yo voy rotando por servicios, y hacía cuatro meses que no estaba en Psiquiatría. Además, también estaba con dos compañeros que, en el momento de la agresión, no supieron cómo ayudarme; creo que se podría haber gestionado mejor con un equipo más cualificado", asegura. En este caso, el paciente tuvo una contención breve a su entrada al hospital y después no contó con ellas en ningún momento.
"Todos deberíamos pensar cómo nos sentiríamos sujetos, produce un gran malestar y tiene que ser el menor tiempo posible", retoma Martín Carrasco, que pone de manifiesto que "la contención nunca es un recurso terapéutico", y que siempre que se hace debe tener como objetivo "posibilitar una terapia".
Sobre las alternativas a este tipo de métodos, explica el presidente de Sepsm que las respuestas agresivas imprevistas de los pacientes "en su gran mayoría tienen una escalada" y que es ahí cuando entran las técnicas para evitar por un lado las agresiones y por otro el uso de contenciones. "Se puede emplear la desescalada verbal, dejar a la persona un tiempo al aire libre…" explica Martín Carrasco que apostilla que, para llevar a cabo estas técnicas, "se necesita una formación".
Fallo del protocolo y falta de formación
La agresión a Pedro ocurrió en un contexto de brote psicótico del paciente una vez llegó al Servicio de Psiquiatría. Fue "un fallo en el protocolo" lo que el enfermero considera que motivó la reacción del paciente. Algo que, a su juicio, podría haberse tratado mejor con un personal con más herramientas para casos de la misma índole. "Yo ahora mismo estoy en un curso que da mi hospital de gestión de agresiones", explica Pedro, que desde la experiencia del día a día ve necesaria una mejor formación de médicos, enfermeras y demás personal que trabaja en los hospitales para poder dignificar el trato de los pacientes de salud mental mientras se mantiene la integridad de los sanitarios.
Así lo refuerza el presidente de Sepsm, que explica que este tipo de 'entrenamiento' no es solo necesario para las personas que trabajan en los Servicios de Psiquiatría, sino para todos los sanitarios. "Igual que todos se entrenan para realizar una resucitación, este tipo de acciones debería ser parte del entrenamiento básico del personal sanitario", explica el médico.
¿Por qué no ocurre esto? Martín Carrasco lo achaca a la escasez de profesionales, que hace que muchas veces "personas que no tienen formación adecuada" se ocupen de estos pacientes, lo que "favorece este tipo de respuestas". "Las sociedades de Psiquiatría llevamos años denunciando la falta de recursos", recuerda.
"El futuro pasa por seguir intentando reducir cada vez más el uso de contenciones, con el objetivo de eliminarlas por completo; no hay ninguna duda", apostilla el presidente de Sepsm, que termina con un mensaje esperanzador: "La impresión es que hay avances, y cada vez se utilizan menos y se progresa más, incluso con las dificultades que hemos comentado".
