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a depresión mayor, es una enfermedad psiquiátrica con una alta prevalencia, se estima que afecta al 20% de la población. Esta puede estar causada por una deficiencia de aminoácidos, en concreto la serotonina.De hecho, para el tratamiento de la depresión a veces se utiliza inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (SSRIs). Estos, son fármacos que actúan en primera línea, comúnmente llamados “antidepresivos”, cuya acción es inhibir la recaptación de serotonina de alta afinidad.
La serotonina, proviene de un precursor llamado triptófano, un aminoácido esencial, a partir de una reacción catalizada por la enzima triptófano hidroxilasa. Por tanto, hay una relación directa entre ambos aminoácidos. Debido a esta conexión, hay estudios que se centran en la administración de triptófano para ver su posible efecto potencial como antidepresor, o incluso una disminución en las reservas internas para ver sus efectos.
En varios estudios publicados en la revista Current Psychopharmacology para estudiar la respuesta del organismo, se llevaron a cabo experimentos alterando los niveles de triptófano. Primero, se indujo un agotamiento agudo de triptófano, y una vez se acabaron las reservas endógenas, se produjo un pequeño déficit que dió lugar a una depresión en sujetos vulnerables a enfermedades psiquiátricas. Además, en estos estudios se observó que esto provocaba también una disminución de triptófano en los niveles de fluido cerebroespinal.
Los resultados se produjeron, porque al disminuir el triptófano, bajaban los niveles de serotonina ya que es su precursor, por tanto, esto provocaba la susceptibilidad a desarrollar una depresión. Pero es cierto, que está relación en sujetos sanos no es suficiente como para provocar un estado de ánimo de depresión, se requiere una previa vulnerabilidad.
Por otro lado, también se ha estudiado la suplementación de triptófano a través de la dieta para tratar los trastornos psiquiátricos con sucesos variables. Se ha observado, que una administración exógena puede ser efectiva para reducir la ansiedad y producir estados de ánimo saludables en los individuos.
Finalmente, vemos la importancia que tiene el triptófano modulando los niveles de serotonina endógena ya que es su único precursor, y un déficit en el primer aminoácido provocaría un déficit directo en la serotonina. Por tanto, vemos como sus niveles pueden modular nuestros estados de ánimo y derivar a trastornos cerebrales en caso de déficit.
Además, hemos visto, como a partir de la dieta de manera exógena con la administración de triptófano podemos intervenir en nuestro estado de ánimo, aunque es cierto que no en todas las personas produce el mismo efecto, sino que en aquellos sujetos más vulnerables, será más eficaz.